miércoles, 21 de diciembre de 2022

EL SECUESTRO DE MI MADRE

                                                             (CUENTO)




Yo era muy pequeño entonces, pero recuerdo perfectamente el rostro de mi padre totalmente desfigurado por la angustia, era una calurosa mañana de verano cuando irrumpió en la habitación donde yo jugaba con mis hermanos, simplemente se nos quedó mirando y dio la noticia de inmediato: “¡Su mamá acaba de ser secuestrada!”. A pesar nuestra edad sabíamos perfectamente lo que eso significaba, y siempre he agradecido el hecho de que mi padre no se pusiera con rodeos o se tomara la molestia de mentir para protegernos. Esa confianza que papá depositó en nosotros nos hizo adquirir el compromiso silencioso de comportarnos valientemente, así como la situación lo exigía. Primero tuvimos una discusión intentando decidir si avisar a las autoridades o esperar a que los maleantes se comunicaran; finalmente optamos por no precipitarnos y aguardar a que se pusieran en contacto.
 
Uno suele pensar que ese tipo de cosas sólo le ocurren a los demás, vemos las desgracias como algo tan lejano y ajeno que nos resistimos a comprenderlas, solo cuando vivimos el infortunio en carne propia abrimos nuestra mente al dolor que conlleva, me parece demasiado triste que debamos descubrirlo de tal manera. En éste momento el relato que usted sostiene en sus manos hace que crucen por su mente pensamientos como: “¡Otro secuestro!”, “Éste país cada vez está peor”, “Algo habrá hecho para merecerlo”, “¿En dónde está la pagina de deportes?”. ¿Y quieren saber por qué lo sé, por qué sé que son esas las ideas que cruzan ahora mismo por su cabeza?, muy sencillo, ¡porque yo era como usted! Veía las noticias y sólo me afectaba el saber que los precios subirían. Por eso sé que usted sólo podrá entenderme cuando le ocurra, también por eso ruego que usted nunca deba comprenderme.
 
Pasaron dos días y los secuestradores no aparecían, temíamos por su vida al mismo tiempo que preguntábamos por qué nos sucedía, por qué a nosotros si no éramos una familia adinerada, ese es otro error, creer que solo le ocurre a la gente rica. Pero sin importar nuestra pobreza estabamos dispuestos a conseguir lo que fuera para salvarla, mas al transcurrir el tercer día de silencio absoluto optamos por contar a unos amigos y ellos estuvieron de acuerdo en que debíamos presentar el denunció, cosa que hicimos tan sólo para comprobar que es un absurdo, mi madre no era esposa de alguien importante como para ver un verdadero operativo, sólo preguntas de rutina para consignar palabras en una declaración oficial donde negábamos tener enemigos u conocimiento alguno del por qué nos hacían esto, incluso nos prohibieron dar dinero a los mafiosos cuando comunicaran el precio requerido.
 
Transcurrieron dos meses de zozobra silenciosa y perdimos la esperanza de volverla a ver con vida, nos resignamos a la idea macabra de que la habían matado al oponer resistencia. Un año luego mi padre aún se negaba a realizar un funeral simbólico porque no podía descansar hasta encontrar su cuerpo. Mis hermanos y yo hicimos lo posible por continuar con nuestras vidas en homenaje a quien nos dio la oportunidad de llegar a éste mundo.
 
Hasta que ocurrió dos años luego de su plagio, llegaron noticias de un amigo lejano que llevaba desaparecido desde tiempo anterior al de nuestro rapto. Fue él quien nos contó lo ocurrido, un desconcertante y para nada reparador alivio. Es así como hoy sabemos, sin poder hacer algo por ella, que mi mamá, al igual que otros animales, vive prisionera en una jaula donde la gente, no sé de qué clase, pagan por verla.

jueves, 17 de noviembre de 2022

LA LLAVE DE LA FELICIDAD

                                                            (CUENTO)



Aquel hombre había dedicado toda su vida a buscar la llave de la felicidad, le había buscado en todos los lugares que podría estar. En la mítica olla de oro al final del arcoíris, en las casas de los gnomos, en el sentimiento de los poemas, en la esencia de los besos y del amor que se hace con el cuerpo. Pero aquellos largos años su búsqueda había sido en vano.


Hasta que un buen día, cuando su existencia se acercaba ya al ocaso, dirigió su voz al cielo y pidió a los ángeles un obsequio, rogó ser digno de recibir la llave de la felicidad justo antes de morir. Fue así que ante sus ojos hizo su aparición un ángel y llevaba en sus manos la preciosa llave. El hombre dichoso la tomó y su alma corrió con el ultimo suspiro hacía donde la propia llave le indicaba, llegó a un lugar recóndito al que difícilmente llega la mente humana, pero fue entonces cuando el hombre conoció el verdadero significado de la zozobra, tenía la llave, pero era infinito el número de puertas.


jueves, 10 de noviembre de 2022

LA ARROGANTE DOCTORA

                                                                  (CUENTO)


Ella era un caso excepcional en la historia de la medicina, sin importar la naturaleza o gravedad del caso siempre podía salvarlos. Parecía dominar todas las ramas de la cirugía, dominaba a la perfección desde la neurología hasta la cardiología, y aunque pecando de un orgullo excesivo, la verdad sea dicha, ningún paciente suyo había muerto.

 

Pero un buen día se presentó ante ella un hombre al que le dolía el pecho, ella lo examinó y de inmediato dictaminó que era un problema psicosomatico el del hombre es cuestión. Éste le rogó, pero ella no quiso prestarle más atención, él alegaba padecer de algo que le estaba matando, pero ella refutaba diciendo que conocía absolutamente todo padecimiento y él no presentaba síntoma alguno que le indicara algo serio.

 

Y sucedió al poco tiempo que el hombre falleció, ella no daba crédito a lo ocurrido y solicitó llevar a cabo una autopsia. Al abrir el cuerpo de aquel hombre supo que en lo sucesivo la vida misma le enseñaría mucho más que la academia, la arrogante doctora aprendió con humildad que nadie lo sabe todo y que el desamor a veces mata.


viernes, 28 de octubre de 2022

INCOMPLETO

                                                            (CUENTO)


Aquel día despertó a las seis como es usual. El sol seguía allí, también el cielo, y aparentemente no tenían pensado irse. Recorrió su estancia con la mirada, las cobijas en la cama, el reloj en la pared, su libro de Bécquer junto a la lampara, el corazón en su pecho, cada cosa en su lugar, todo en orden, y la vida, a continuar.
 
Se dirigió a la ducha mientras pensaba en lo absurdo de su miedo, llegó a pensar que sin ella nada sería igual, envuelto por un temor infantil incluso soñó que al despertar la extrañaría tanto como para renunciar a respirar. Muchos le decían que el amor perfecto llega sólo una vez en la vida, y si se va, la vida parte haciéndole compañía. Pero era un nuevo día y ya lo sabía, nada cambiaría.
 
El agua caía sobre su cuerpo mientras se empeñaba en buscar de ella alguna huella, un solo daño de su ausencia. La cama parecía más grande, es verdad, cuando compartían el lecho el sentimiento de felicidad los hacia tan inmensos que la habitación se reducía al tamaño de un cenicero. Pero ahora, la cama era tan grande que durante la noche se sintió como el pez que tras vivir años en su pecera sale a mar abierto. Nada más había cambiado excepto aquello.
 
Salió del baño y empezó a vestirse. Ella seguía allí y lo miraba con dulzura, lo hacía desde el retrato que sobre la mesa de noche reposaba, él hacía el nudo a su corbata mientras le decía cuanto la amaba, la foto sonrió y guiñó un ojo, nada había cambiado. Volvió al baño para peinarse y sólo entonces se miró de frente. Su pelo hasta hace unas horas abundante era ahora escaso. De pronto su pie derecho presentó una comezón, se quitó el zapato y después la media tan sólo para encontrar que un dedo suyo ya no estaba. Condujo de nuevo la mirada hacía el espejo, ahora faltaban sus labios y ojo derecho. No era infundado el miedo, el negro vaticinio se hacía cierto, ella de verdad no volvería, él estaba incompleto.


miércoles, 19 de octubre de 2022

EL SECUESTRO DEL AMOR

                                                                 (CUENTO)



Él estaba desesperado por encontrarla, llevaba ya muchos años de buscarla infructuosamente, había realizado todo tipo de planes esperando dar con el paradero de su amada. La había buscado en relaciones que fueron efímeras en su afán de ser eternas, la había buscado en el platonismo sugerido por sus deseos íntimos, la había buscado, sobre todo, en las historias mismas que hacían cierto el mito.
 
Un día ya cansado de aquella penosa búsqueda tomo una decisión inusitada, motivado por el desespero que lo consumía secuestró al Amor, lo llevó a un paraje solitario y allí lo amarró. Comenzó a interrogarlo por el paradero de su amada. El Amor aseguró ignorarlo, pero él no le creyó y comenzó a golpearlo, estaba decidido a arrancarle una confesión, pero el secuestrado juraba no saberlo e intentaba explicarle que el Amor no sabe dónde está quien hace tanta falta, el Amor sólo conoce el sitio exacto donde se encuentra quien tanto ama, no su complemento.
 
Pero la desesperación en que se encontraba lo hizo no prestar atención a las respuestas de su prisionero, por eso sin dejar de torturarlo aún le preguntaba, y ocurrió irremediablemente que el amor murió ante el dolor infringido. Solo entonces aquel hombre comprendió que, ocurre muchas veces que es nuestro ciego deseo de amar a alguien, el que mata cualquier posibilidad de encontrarle.

jueves, 13 de octubre de 2022

EL RESPETO

                                                 (CUENTO)


Caminaban por un pasillo del monasterio discípulo y maestro. El pupilo repetía las lecciones recibidas al maestro que escuchaba atento. De repente el joven vio una araña que frente a sus pies cruzaba rápida y de inmediato intento pisarla, pero el anciano anticipando sus intenciones le advirtió: “¡No, deja que yo lo haga!”. El anciano levantó un pie y la araña cruzó ilesa para desaparecer  en el interior de una pequeña grieta.

 

--- Discúlpeme Maestro, entendí mi mala conducta --- dijo el alumno sintiéndose avergonzado --- debemos aprender a perdonar la vida.

--- No, yo no he perdonado nada.

--- ¿Cómo así Maestro? --- exclamó ahora confundido el joven --- Usted acaba de perdonarle la vida a esa araña.

--- Uno perdona cuando primero le han hecho daño, la araña no me ha lastimado por ende no la he perdonado, simplemente la he respetado,  así como los dioses nos respetan pudiendo borrarnos con el pie.

 


miércoles, 5 de octubre de 2022

EL MANIQUI

                                                           (CUENTO)


Él era un maniquí, y como todo maniquí, carecía de nombre, a la gente poco le importaba cómo se llamara, tan sólo prestan importancia al cómo se vistiera, y en todos los años que llevaba ejerciendo aquella profesión había lucido todo tipo de atuendos, los suficientes para haber aprendido que la apariencia no hace mayor diferencia cuando de encontrar el amor se trata. Para él no existía diferencia alguna entre los de su especie y los humanos, unos y otros sólo ven la marca de ropa que se lleva puesta sin importar que en el interior no se lleve nada.

Pero él se sabía distinto y ya estaba harto de aquella soledad, por eso un día cuando el almacén estuvo cerrado fijó su atención en una maniquí que recién había llegado, aún estaba en su caja y él tomó la decisión de armarla. Descendió del lugar en que lo exhibían y destapó la caja que la contenía, era la primera vez que hacía aquello, pero pensó que no debía ser muy difícil, simplemente empatar las piezas y listo, estaría hecho.

Se encontraba en aquel proceso cuando advirtió algo, no le gustaba la apariencia que estaba adquiriendo, empezaba a lucir exactamente igual que las demás, él quería una maniquí distinta y por ende así la haría. Estaba cansado de las apariencias convencionales, todas esas maniquíes glamurosas con sus perfectas formas, atentas siempre a que el maniquí varón vistiese Versace o Armani. Por eso empezó a unir piezas en donde no encajaban, aunque tuviera que aplicar un poco más de fuerza.

Finalmente, tras varias horas de titánica labor, su pareja estaba hecha, pero justo en aquel momento llegaban los dueños de la tienda, tuvo que darse prisa y ubicarse de nuevo en su lugar. En cuanto los propietarios entraron vieron a la nueva maniquí y sin dudarlo expresaron su rechazo, era una maniquí muy fea, además de averiada, debido a que ciertas piezas fueron encajadas donde no debían, sus brazos puestos en el lugar de las piernas y viceversa. Llamaron entonces al almacén que los dotó de ella y pidieron un cambio, en cuanto llegaron con la nueva maniquí ya armada admitieron que aquello era un suceso extraño, ubicaron en su lugar a la modelo nueva y a la distinta la botaron.

Mientras ocurría el maniquí muy triste se esforzaba por mantener la sonrisa que debe lucir quien se exhibe en la vitrina, en tanto lloraba silenciosamente comprendía la gravedad de su error, ese tipo de cosas ocurren cuando queremos que nuestra pareja sea exactamente como lo dicta el capricho de nuestros deseos.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

EL LIBRO DE LA SABIDURIA

                                                        (CUENTO)


Llegó el momento en que el Maestro consideró que el pupilo estaba listo para la ultima prueba y lo llamó ante su presencia.

 

--- Eres mi más querido alumno, hemos estado juntos muchos años y creo que ya estás listo.

--- ¿Listo para qué Maestro?

--- Para recibir el Libro de la Sabiduría. --- dijo mientras sacaba uno bajo su bata.

--- Maestro, usted jamás me habló de él.

--- Sólo hasta éste momento de la preparación se tiene el privilegio, antes es un secreto. Cada Maestro por el que éste libro ha pasado escribió un mensaje antes de legarlo.

--- Maestro, muchas gracias por considerarme digno.

--- Pero primero debes tomar una difícil decisión. Así como cada Maestro debe escribir algo cuando pase por sus manos, antes de recibirlo debe decidir qué página quitarle.

--- No entiendo.

--- Antes de entregártelo hay una página que debo arrancar y tú decides cuál.

--- ¿Quiere decir que siempre hay una página que llega y otra que sale?

--- Y son tuyas ambas responsabilidades.

--- Pero todo lo que se halle escrito debe ser muy importante, quiero poder leer a todos los Maestros.

--- Pero hay alguno al que debes sacrificarle.

--- ¿La página del Maestro que decida se perderá por siempre?

--- Y ya nadie podrá conocerle.

--- Qué difícil decisión Maestro. Permítame pensarlo entonces. --- cerró sus ojos para meditar la decisión, permaneció así por un minuto y los abrió --- Ya sé qué página debo sacrificar.

--- Dime cual.

--- La mía, la que yo debo escribir, arranque la mía.

 

El Maestro esbozó una sonrisa, arrancó una página y entregó el libro. El alumno le abrió enseguida y encontró que ninguna pagina estaba escrita.

 


martes, 20 de septiembre de 2022

EL CAZADOR Y LA BESTIA

                                                                 (CUENTO)


En aquel onírico mundo, el cazador ha perseguido a la bestia por años, casi tantos como los que llevan las penas acompañando al humano. Ha visto todo el daño del que es capaz, ha sido testigo impotente de las vidas que la bestia destroza y deja atrás. Sólo él la conoce tanto, aunque su odio por la misma lo comparten tantos. Sabe el modo exacto en que sus víctimas padecen, el rito cruel que la bestia repite sin descanso: Las hace vulnerables justo antes del inmenso daño, les despoja de todo aliento, les roba el más audible de los gritos y el más silencioso de los respiros, les extrae la vida en segundos que la agonía convierte en años. No les da la muerte justa que sería aquella rápida y definitiva; les da la muerte lenta, esa que se anuncia en llantos irreparables, que se hace viva y daña, que engaña y se hace muerta, que se aferra a la sangre entre las venas y como el más siniestro de los vampiros les desangra desde adentro. Así es la bestia y no termina, se aleja luego dejando llagas que duelen si se curan, dejando una vida que se muere si resucita.
 
El cazador nunca le ha tenido a su merced, tampoco ha estado ante la siniestra presencia que se asemeja a las ausencias. Tan sólo ha visto de ella esa huella pérfida, esa huella desastrosa que jamas borra la arena. Siempre llega el cazador cuando no vale la pena, su misión es atrapar la bestia, no reconfortar a quienes son su presa.
 
Ésta vez la siente cerca, se apresura en alcanzarla, incluso puede olerla. Llega entonces sólo para ver de nuevo la triste escena, una vez más de las tantas miles. Un alma derrotada yace herida y patética agoniza. El cazador llora su derrota, la bestia sigue libre y él se mantiene aún en sombras. Se sienta para aclarar su mente en tanto maldice su suerte, susurra por lo bajo el juramento que se hizo desde antaño, “Maldita bestia a la que llaman Desamor, empeñaré mi eternidad porque un buen día tu noche perpetua ya no amanezca”.

jueves, 8 de septiembre de 2022

NINGUNA PROMISCUA

                                                          (CUENTO)


Ella lo presentía, a decir verdad, estaba convencida, tanto que, aseguraba no necesitar practicarse prueba alguna, no quería corroborarlo, se sabía contagiada y esa idea bastaba, prefería escucharlo de su conciencia que en voz de un especialista. De todas formas, ¿qué le dirían?, que estaba contagiada y nada podía hacerse, ni el arrepentimiento tardío o procedimiento alguno la curarían, o al menos eso es lo que temía. Podía sentir el virus actuando por dentro y el pesimismo le hizo pensar que su deceso era ya un hecho.

 

Se preguntaba por qué un acto descomplicado se convertía en aquello. Quizá no fue sensato, pero en realidad no lo hizo con tantos, sólo fueron tres, y comparado con el promedio de la época era un número escaso. Además, confiaba en cada uno ellos, no eran desconocidos como para ofenderlos pidiéndoles protección alguna. Pero tal vez sí fue un error, si alguno la había contagiado a su vez se lo hizo a otros dos extraños, una cadena de enfermedad que condena, una cadena de la cual, con un poco de precaución, pudo ser el eslabón en que muriera.

 

Pero era demasiado tarde para cualquier pensamiento casuístico, cometió un error y ahora debía pagarlo. Por más que escuchara lo contrario, se castigaba pensando que su tiempo estaba contado. Y llegó el momento, pasó de ser más que una sospecha o un fuerte presentimiento, el ingeniero de sistemas la revisó sentenciando: “Esta computadora tiene un virus, el disquet que le metieron estaba infectado”.


miércoles, 31 de agosto de 2022

EN SU PROPIO MUNDO

                                                                   (CUENTO)



Eran una pareja feliz jugando en aquel paraje solitario, era tal su amor que sentían no existía nadie más aparte de ellos, aquel se convirtió en su propio mundo. La gente los miraba desde lejos con rostro sorprendido, pero ellos ignoraban todo e intercambiaban miradas de cariño. Entre sonrisas emotivas se comportaban como suelen hacerlo los enamorados, regalándose las estrellas, cómo no hacerlo si las tenían allí, más cerca.  

 

Sentían que flotaban y no les importaba lo que dijera la ciencia, “quienes aman con el alma se sienten más livianos” sostenían; estaban convencidos de que eran sus besos los encargados de elevarlos. Se hacían de oídos sordos a los gritos proferidos por sus superiores, tampoco prestaban atención a quienes les empezaron a llamar lunáticos. Era así de simple y tierno su noviazgo, una pareja de astronautas que olvidaron no debían mezclar sus sentimientos trabajando.

domingo, 7 de agosto de 2022

TRISTEZA Y ALEGRIA

                                                       (CUENTO)


Un día la Tristeza iba aburrida por la vida, estaba cansada de sentirse así sin causa alguna, cada cosa que hacía la entristecía. Si iba a una fiesta se sentaba en el rincón a ver bailar a los demás, si veía una buena película o leía un buen libro por alguna extraña razón en su pecho había un vacío. Por supuesto tenía momentos felices, pero incluso cuando estos llegaban, sentía que faltaba algo.

Por la misma acera que caminaba la Tristeza venía la Alegría, también ella estaba aburrida, a todo lo que hacía le metía la mejor de las energías, pero siempre debía estar divirtiéndose o un extraño dolor la abatía. Tenía muchos logros, pero su dicha nunca era completa, cada vez que triunfaba en algo le entristecía no tener con quién compartir lo que conseguía.

Caminaban pensando en sus problemas cuando tropezaron, fue amor a primera vista. Era mágico lo que compartían, se complementaban como nadie más lo hacía. La Alegría hacía felices los momentos de la Tristeza, y la Tristeza hacía que su compañera no necesitara estar siempre efusiva para estar tranquila. Llegaron a ser un solo sentimiento, tanto que cuando se separaban entristecían, y al reunirse nuevamente, era infinita su alegría.

Se casaron hace siglos y jamás se ha extinguido aquel deseo que se despiertan. Su linaje es tan extenso que a diario crece su descendencia, unos se parecen a la Alegría, otros son idénticos a la Tristeza; Enamorados, así les llaman a sus hijos. Si provienes de su unión, ¿a cuál de tus dos madres te asemejas?


lunes, 11 de julio de 2022

LA ENVIDIA

                                                              (CUENTO)



El maestro se encontraba regando las plantas del jardín cuando se presentó ante él su más inquieto alumno.
 
--- Maestro, me encuentro sumamente confundido, a veces veo los logros de un compañero y creo que me alegro, pero muy en el fondo me pregunto si no es envidia lo que siento.

--- En ocasiones sentimos un deseo de recibir lo mismo que otro está mereciendo, es un anhelo lógico y no hay nada malo en trabajar por ello, el sentimiento es entonces un deseo de superación personal alentado por lo que hemos visto que logran los demás, eso se llama admiración. La envidia en cambio, es algo parecido, quizá en principio, pero a la larga muy distinto.

--- Maestro, esa es la diferencia que necesito conocer, ¿cuál vendría siendo la admiración y cual la envidia?

--- Ve a ese camino y síguelo --- dijo mientras señalaba un sendero que se anunciaba a lo lejos.

--- ¿Hasta dónde he de seguirlo?

--- Lo sabrás en su momento, ve y marcha tranquilo.
 
Y así partió el alumno por tal camino. Al cabo de cuatro horas regresó evidenciando su cansancio.
 
--- Maestro, seguí el camino tal y como dijo, pero llegado a cierto punto se convierte en un estrecho risco, no obstante, lo seguí para finalmente encontrarme con un inmenso abismo imposible de avanzar, por lo que debí volver sin encontrar algún sentido.

--- Eso es la envidia querido alumno, un camino intrincado que recorres con deseo, pero no conduce a ningún sitio.

--- ¿Y cuál vendría siendo la admiración?

--- Exactamente el mismo camino, pero teniendo como objetivo claro llegar a ese abismo.

lunes, 4 de julio de 2022

CAMINO AL TRIUNFO

                                                        (CUENTO)



Un distinguido hombre viajaba en su lujoso carruaje rumbo a un lejano reino del que había oído hablar, un lugar maravilloso llamado “El Triunfo”. Corrió la cortina de la ventana y observó por un breve instante el camino por el que marchaban, acto seguido la cerró de nuevo e indicó al cochero que le avisara en cuanto llegaran. Cerró los ojos y empezó a soñar con el lugar de su destino. Idealizó en su mente los parajes que le rodearían, los ríos que le bañarían, las personas que le habitarían y el modo en que le tratarían. Aquel debía ser el lugar más bello del planeta.
 
Sin saber cuánto tiempo duró soñando, fue despertado por el cochero. El hombre descendió dispuesto a maravillar sus ojos con aquel edén moderno, pero lo que encontró fue algo muy distinto a lo que imaginó, aquel lugar le pareció triste y vacío. Preguntó al cochero si no sentía también lo mismo, que aquel famoso reino era una decepción, pero éste dijo sonriendo: “No señor, yo lo veo completamente distinto, para mí sí es todo lo que esperaba”. El hombre incrédulo insistió, “No puede ser, ¿dónde están los bellos parajes, los ríos?”. “Allí mismo, frente a nosotros”, respondió el cochero señalando hacia donde el hombre tan solo vio un charco y dos lastimeros arboles de tronco seco.
 
“Ahh, ya entiendo lo que ocurre mi señor”, exclamó el cochero condescendiente. “Es imposible que lo viéramos igual, porque yo venía conduciendo”. “¿Eso qué tiene que ver?”, preguntó con molestia el acaudalado hombre, a lo que el cochero con algo de pena respondió, “El Triunfo se percibe distinto si somos nosotros quienes llegamos a él, de si simplemente alguien más nos lleva”.

miércoles, 22 de junio de 2022

HUYE POR TU VIDA

                                                      (CUENTO)


Corría tan de prisa que le era imposible eludir las ramas que a su paso se rompían mientras le herían el rostro, manaba sangre de su costado y la profunda herida le dolía, pero no hay tiempo de detenerse a atender heridas cuando se es perseguido por asesinos.

Sabía que su propia sangre debía estar dejándoles un imperdible rastro. Se detuvo por un segundo a considerar las posibilidades que tenía para despistarlos, quizá huyendo río abajo, o quizá rodeándoles para emboscarlos, pero esto último sería un suicidio, ellos eran más y mejor armados.

El corazón fatigado retumbaba con violencia en sus oídos, quizá se eleve así el sonido de la vida cuando evacua el cuerpo a través de un pequeño orificio. Intentó reanudar su marcha, pero las fuerzas lo abandonaron y sus piernas flaquearon. Postrado en tierra emitía desesperados respiros, tomar el aire suficiente era un suplicio.

De pronto guardó silencio repentino, cesaron de golpe sus jadeos y latidos, agudizó el oído y pudo percibir los susurros del enemigo. Imponiéndose al cansancio se incorporó para ponerse al cubierto tras un tronco. Clavó su vista en el lugar de dónde provenían los pasos disimulados y vio dos siluetas muy poco diestras.

Un repentino impulso de ira le hizo considerar la opción de atacarlos de inmediato, no permitiéndoles reaccionar podría acabarlos. Pero un segundo antes de lanzarse en pos de ellos descubrió una tercera figura que aparecía rezagada. ¿Cuántos más podrían ser? Ésta interrogante fue interrumpida cuando esa nueva persona en escena levantó su arma para apuntar en dirección a él.

Su salto instintivo precedió por medio segundo el estallar de la bala contra el árbol que resultó ser el único herido. Sin dar espera se incorporó para emprender la huida a una velocidad mayor de la requerida por los dos primeros individuos para halar sus respectivos gatillos. Tras él tronaron los disparos, pero ninguno fue capaz de impactarlo.

Su fuerza de voluntad llegó al extremo y cayó rendido al suelo, sus ganas de vivir superaban la capacidad de su cuerpo para seguirlo haciendo. Sus perseguidores no tardaron en darle alcance y estando allí tendido les vio venir mientras lamentaba el carecer de los medios para terminar con su propia vida negándoles el placer de darle fin. Llegaron a su lado y consultaron entre ellos quién debía hacer el ultimo disparo, le ignoraron por completo mientras tomaban la decisión, su ultimo sentimiento en vida fue el de ser el más humillado de los condenados, cerró los ojos y aguardó el impacto, una bala cegaría su existir, en segundos escucharía el estruendo seguido a lo que uno de los cazadores hubo dicho, “Que sea un tiro limpio, no queremos que el venado sufra”.

miércoles, 15 de junio de 2022

CITA MÉDICA

                                                         (CUENTO)



De una forma puntual aquel hombre se presentó a su cita medica, quince minutos antes de la hora indicada por el estricto sistema telefónico que le asignó ser atendido por la doctora Castillo a las 10:15 de la mañana. La sala de espera tenía ocupada la totalidad de sus sillas, cada persona ansiosa por ser atendida, ansiosa de ingresar al consultorio para exponer su dolencia a la experta en medicina. En él era distinto, su padecimiento físico no existía, no obstante, su ansiedad era la mayor de entre todas las presentes.

Aguardó en pie hasta que una de las sillas fue desocupada por el paciente que tras escuchar su nombre ingresó al consultorio. Una vez sentado el transcurrir del tiempo le pareció más largo, aguardaba con paciente desespero. Cuánto tiempo sin tocarla, cuánta dificultad para verla, después de todo sí presentaba un malestar.

Luego de los minutos que se le antojaron eternos, la enfermera pronunció su nombre indicándole su turno. Ingresó sin demora conociendo de antemano la importancia de aquellos efímeros minutos. Allí estaba ella, de pie junto al escritorio, con su bata blanca y su rostro hermoso. La sonrisa de ambos iluminó la estancia, casi tanto como lo hicieron el beso y abrazo que prosiguieron.

Rompiendo la rutina en que el paciente se desviste frente a su galeno, mutuamente y de forma desesperada se deshicieron parcialmente de sus prendas. Se entregaron uno al otro con la rabia del tiempo que no es propicio, con la ira del instinto en que poseer al otro debe ser algo no medido, de una forma tal en que la pasión asemeja un ladrón furtivo; debieron hacer el amor como si tan sólo tuvieran sexo.

Del mismo modo intempestivo que comenzó, todo terminó. Sin recibir tregua alguna por parte de los minutos inexorables debieron omitir también el abrazo postrer, aquel que reconcilia la batalla de los cuerpos con la paz de las almas. Simplemente se vistieron e intercambiaron un último beso. Ambos lo sabían, así sería. Para ella, lo exigido por su profesión; para él, lo exigido por su amor.

El paciente se detiene junto a la puerta para decir adiós y escuchar la única noticia médica que obtendría de ella. “Hoy me toca doble turno, no me esperes despierto amor”.


lunes, 6 de junio de 2022

ESA VOZ CALLADA

                                                                        (CUENTO)




Desde que tenía memoria había sido amenazado por la misteriosa voz, con un aterrador sonido de ultratumba estaba dispuesta siempre a decirle cosas al oído en el menor descuido. Descubrió entonces que la clave era nunca permitirle hablarle, por eso cantaba todo el día, tarareaba o hablaba consigo mismo a solas. En su casa siempre el radio o el televisor debían permanecer encendidos, incluso cuando se encontraba dormido, lo importante era que una voz humana o cualquier sonido opacarán la misteriosa voz.

 

Un buen día se cansó de aquello, esquizofrenia o no, era demasiado tiempo de estar huyendo y esconder cada minuto de su vida tras cualquier sonido. Decidido a poner fin a aquella persecución nefasta, llegó a casa, apagó el televisor y el radio, se calló por completó y aguardó la aparición de la misteriosa voz. Transcurrieron cinco minutos hasta que ella se manifestó, allí estaba, no era producto de su imaginación. La escuchó sin miedo y sí con fascinación, quedó maravillado, era tanto cuanto tenía por decirle su silencio. 


martes, 31 de mayo de 2022

URGENCIA

                                                              (CUENTO)


Transcurría el flujo vehicular normal de aquellas horas. Despreocupados transeúntes ignoraban a los hombres ocultos tras sus volantes, los mismos que con la mirada fija en el camino ignoraban a su vez a las personas en las aceras. De repente, absolutamente todos, caminantes y conductores, debieron abandonar el refugio de sus individualidades para fijarse en la ambulancia que se anunciaba desesperadamente.

La sirena del vehículo parecía sonar más fuerte de lo habitual y en la interpretación de su sonido parecía gritar suplicando la colaboración de los autos en frente suyo, quienes de inmediato procedían a orillarse buscando abrirle paso. En su interior, el joven conductor maniobraba con pericia sin igual, arrancando expresiones de admiración a los testigos que le veían sortear obstáculos con una destreza tan solo comparable a las escenas de acción en cine. Por su frente descendían gotas de sudor mientras escuchaba fuertemente en sus oídos el latido de su corazón. Sabía la importancia que en un momento de esos cobraban los minutos, llegar a tiempo lo era todo, una vida dependía de ello.

Consciente del que muchos podrían mal juzgarlo, optó por no restar la presión de su pie sobre el acelerador. Con cada cuadra que cruzaba sentía amar aún más su profesión, le estaba agradecido por brindarle la oportunidad de impedir que colapse un corazón, tal cosa podría ocurrirle a ella si no ve a su novio llegando a presenciar su graduación.

viernes, 27 de mayo de 2022

ALGO ESPECIAL

                                                           (CUENTO)



Arrastrados por un deseo reprimido, sus bocas se encontraron permitiéndoles desbordar todos sus instintos, hasta que, de pronto y sin previo aviso, ella pensó en la importancia de lo que hacían y detuvo los besos que con pasión le prodigaba su enamorado. Le explicó entonces que su primera vez sería muy importante, por eso era mejor esperar a un día especial.

 

Transcurrieron no muchos días y estando sentados en la cocina, él dio inició al travieso juego de caricias ante el que las almas enamoradas se hincan, ella se dejo llevar tranquilamente, era la barca frágil y su enamorado era el mar, se elevaba en sus olas para ir a descender luego sobre los besos que los consumían sobre la mesa del lugar. Entonces ella advirtió la realidad del dónde se encontraban y haciendo a un lado el cuerpo que la dejaba sin aliento, le explicó que aquel no era el lugar ni el momento. ¿Sobre una mesa en la cocina? No. su primera vez tenía que ser producto de algo especial.

 

Se repitió una y otra vez en aquella forma el amor no permitido, ese tan importante en las almas como los cuerpos, hasta que un día el enamorado vio su sangre adolorida por el amor que en su pecho lo oprimía, entonces prefirió alzar el vuelo en busca de un amor no tan especial que le impidiera serlo de verdad. Ella lo vio marcharse mientras le reprochaba que el amor verdadero comprende y espera su momento, a lo que él con lagrimas en los ojos respondió que estaba completamente de acuerdo. Y sólo mientras le veía alejarse ella pudo comprender su gran error, no se necesita nada especial para que suceda, lo realmente especial es cuando sucede.

domingo, 15 de mayo de 2022

VINO, NO ROBÓ Y HUYÓ

                                                              (CUENTO)


El mundo en que vivimos es una fuente inagotable de historias increíbles, pero hace años leí en el periódico, a criterio mío, la más extraña. Mi lógica se negaba a dar crédito de tal absurdo, pensé que como tantas otras veces los medios nos querían ocultar la totalidad de los hechos. Para quienes no la leyeron, he aquí el articulo:

“Éste lunes en la mañana, Alvaro Rodríguez, gerente de la sede principal del Money Gold Bank, quedó estupefacto con lo que se encontró al llegar a su sitio de trabajo. Agentes expertos en seguridad estudiaban incrédulos la bóveda de valores. La forma en que ingresó el intruso era digna de los más complejos planes recreados en las películas de Hollywood, pero con un desenlace completamente inédito hasta el momento. Según los investigadores así se dieron los hechos:

A partir de las diez de la noche miembros de la policía empiezan a realizar sus rondas de patrullaje frente a las instalaciones del banco, y mientras los miembros de la ley se dedicaban a estas supervisiones rutinarias, varios metros por encima suyo un hombre hacia gala de habilidades circenses. Disfrazado de aseador, el hábil intruso logró colarse sin problema alguno al edificio frontal de su objetivo. Disparó un cable a través del cual cruzó hasta llegar a la ventana de una oficina en el piso 22, cortó el vidrio e ingresó a la instalación. Con una llave maestra abrió la oficina desde el interior y comenzó a deslizarse por lo pasillos eludiendo las cámaras de seguridad. Alcanzó la planta baja custodiada por un perro y dos guardianes, a quienes diezmó disparando dardos con un potente somnífero. Mediante una señal clonada logró captar y grabar el instante en que los guardias se reportaban con su compañero cada media hora, y valiéndose de otro sofisticado dispositivo ésta grabación se activó automáticamente al recibir la señal de reporte al otro extremo de la línea. Al igual que en las películas derivó una imagen en vídeo de los guardias con el perro y la reprodujo indefinidamente engañando al operario de las cámaras. Después utilizando gafas de visión infrarroja pudo sortear los láseres que custodiaban el pasillo a las bóvedas blindadas. De modo que continúa siendo un misterio introdujo los distintos códigos de acceso a las mismas y penetró en la inmensa caja fuerte. Horas después tras darse la voz de alarma por parte de los guardias que despertaban, se encontró que entre el dinero y las joyas no faltaba nada. El intruso como entró salió, dejando tan sólo una nota en la que pedía perdón por su incursión”.

Pensé de todo, que era una treta publicitaria del banco, que ocultaban las perdidas para no alarmar a sus clientes, que el ladrón los engañó y cambió las joyas verdaderas por otras falsas, y otras mil teorías que sugirió no solo mi imaginación, también las leyendas urbanas que surgieron a partir de allí. Lo cierto es que, aunque pasó casi desapercibida, porque sin robo no hay daño, para mí la historia era tan extraña que quise conservarla.

Hace algunos meses me ocurrió algo fantástico, fui operado de una apendicitis, el ser operado no es lo fantástico, lo fue en cambio mi compañero de cuarto, un hombre al que habían intervenido por un infarto. Allí tendidos en nuestras camas nos pusimos a conversar sobre la vida y sus absurdos, entonces le hablé de la historia que me había impactado hacía tantos años, pero cuando terminé de relatarla me dijo que no le parecía extraño.

--- ¿Quieres que te comparta un secreto? --- me dijo en un tono de voz tan bajo como temiendo que alguien pudiese escucharnos.

--- Por supuesto. --- respondí intrigado.

--- Prométeme no contarlo a nadie. --- Me solicitó sin mucho énfasis.

--- Te lo prometo. --- Respondí creyendo que le cumpliría, pero heme aquí contándolo.

--- Yo fui quien entró al banco. --- dijo esbozando una sonrisa mezcla de nostalgia y picardía.

--- Nahhhhhhhh. --- Respondí burlón, obviamente creyéndolo broma.

--- Te lo juro, fui yo. --- Dijo de una forma pausada y tan enfática que ya fue imposible no creerle.

Acto seguido procedió a contarme cómo lo hizo. En su mayoría había ocurrido como relatara el diario, pero su relató agregó detalles que terminaron de despejar cualquier duda al respecto, él lo había hecho, frente a mí se encontraba el hombre del misterio. Cuando terminó de contarme cómo había vuelto a salir, quedé en silencio durante unos segundos y procedí a formular la gran pregunta.

--- ¿Por qué hiciste aquello?

--- ¿Qué exactamente, entrar o no llevarme nada?

--- Las dos cosas, pero sobre todo la segunda. Supongo que a última hora te arrepentiste del hurto.

--- Yo no soy ladrón, llevarme el dinero era mi última intención.

--- ¿Entonces para qué molestarse de esa forma?

--- Cuando supe que aquel lugar era tan custodiado asumí que era porque guardaban un tesoro, pero qué gran decepción la que me llevé al descubrir que tan sólo tenían joyas y billetes sin mayor valor.

--- ¡¿Sin mayor valor?! --- exclamé incrédulo.

--- Baja la voz. --- respondió preocupado.

--- ¿Sin mayor valor?, en ese lugar había millones, ¿acaso que buscabas?

--- En aquel entonces tan sólo buscaba una cosa, la buscaba en todo lo que hacía, y al saber que la bóveda estaba tan protegida supuse que allí lo encontraría.

--- ¿Y qué era eso que buscabas?

--- Ser el mejor... Algunos para vivir, tan solo necesitamos retos. 

lunes, 2 de mayo de 2022

EL CABALLERO Y LA REINA

                                                                      (CUENTO)


Durante varios meses la población venía siendo asolada por un dragón. Los lugareños pidieron ayuda al rey y éste envió una pequeña comitiva encabezada por su hijo el príncipe, quien también destacaba en el ejercito imperial como el mejor comandante de aquellas tropas.

 

Llegó precedido por su fama como espléndido caballero y su habilidad como cazador de dragones. Entró al pueblo acompañado de unos 12 soldados y cabalgando a su lado marchaba su fiel escudero, hombre de menuda apariencia y quien jamás entraba en batalla, sus únicas labores consistían en cuidar del caballo, armadura y armas de su Señor.

 

Los pobladores se apostaron a ambos lados del camino para dar la bienvenida al campeón que les liberaría del monstruoso yugo. Y en medio de ésta marcha vio entre la gente el rostro de una preciosa joven que de inmediato le prendó el corazón. Tras levantar su campamento se dirigió a buscarla y le declaró su amor, le juró que por ella mataría a aquel dragón y después la llevaría a su palacio para hacerla sentirse no como una princesa, sino como una reina.

 

Y así ocurrió que el príncipe se dirigió al escondite del monstruo y tras feroz batalla se alzó con la victoria, regresó donde la joven para demostrarle que había cumplido lo primero y ahora estaba dispuesto a cumplir lo segundo. Pero la historia dio un giro cuando ella le respondió que su corazón pertenecía a otro, y cual no fue la sorpresa del príncipe al enterarse de que ese otro era su fiel escudero, a quien encargó el cuidado de la joven mientras él iba a la batalla. Cuando lo escuchó le pareció increíble que ella prefiriera a un escudero que a un príncipe, pero en cuanto los vio juntos se percató de cómo ella sonreía al estar con él. Fue entonces cuando comprendió que una mujer tan sólo necesita estar con quien ama para sentirse la más importante de las reinas.


lunes, 28 de marzo de 2022

LA RELIGIÓN DE A BORDO

 

                                                          (CUENTO)


Ocurrió coincidencialmente que un mismo barco se subieron cuatro representantes de distintas religiones, cada uno muy respetado en su respectiva comunidad, e inevitablemente se presentó la ocasión en que sus ideas espirituales se encontraron. Enfrascados en una discusión teológica cada uno hacía gala de sus vastos conocimientos en dicho campo, la radicalidad de sus disimiles puntos de vista hacía que para los espectadores de tal debate fuese complicado el discernir lo correcto de lo impropio, la única constante en los cuatro puntos de vista era la plena convicción que cada cual tenía en su filosofía. Así pues, cada quien aseveraba que sus ideas constituían el mejor camino para llegar al cielo, contrario a la errada ruta seguida por los otros.

 

Se encontraban concentrados en la disputa cuando de repente se dio una voz de alarma, el barco se hundía y todos debían dirigirse a los botes salvavidas. Los cuatro hombres dejaron a un lado su alegato y se dispusieron a ayudar a los demás. Mujeres desesperadas llevaban en brazos a sus hijos, cada persona hacía lo posible por alcanzar un puesto en los botes, mientras los cuatro hombres unían fuerzas para salvar a sus semejantes sin importar el credo.

 

Lamentablemente los botes no alcanzaron para salvar a todo el mundo a bordo, pero el numero de las muertes fue mucho menor de los esperado gracias a los cuatro héroes, a quienes mientras el barco desaparecía en los abismos del océano se les vio orando abrazados.

jueves, 10 de marzo de 2022

¡NOS PERSIGUE!

                                                     (CUENTO)


--- ¡Acelera papá! --- gritó el pequeño de ocho años mientras el carro recorría veloz la carretera.

--- ¡No puedo ir más rápido, es muy peligroso!

---¡Pero es que nos viene alcanzando!

---¡Tengo una idea para perderle, sujétate!

 

El hombre al volante realizó una maniobra con la que esperaba dar fin a la persecución, llevaban diez minutos intentando deshacerse de quién hábilmente imitaba todos sus movimientos. Al parecer ésta vez lo habían conseguido y redujeron la velocidad sintiendo alivio. El vehículo se deslizaba con cautela a través de las calles sembradas con edificios.

 

--- ¿Dónde esta?

--- No la veo papá, creo que lo conseguimos. Espera a que le contemos a mamá.

--- Yo creo que se preocuparía.

--- ¿Por qué?

--- Tú sabe cómo es ella, de seguro se molestará conmigo.

--- Pero si no es tu culpa que nos persigan, además... --- el niño se silenció de repente al ver que hacia su aparición tras un edificio --- ¡Allí está, vámonos!

 

El hombre pisó suavemente el acelerador y su auto pareció volar por las calles desiertas. La aguja indicaba una velocidad que el pequeño ignoraba, pero se le antojaba eran mil Kph. La mirada del padre se concentraba en la carretera mientras su hijo no perdía de vista a su acosador.

 

--- ¡Más rápido papá!

--- Ya te dije que es muy peligroso, podríamos causar un accidente.

--- Pero es que vamos a llegar a casa y todavía nos pisa los tobillos.

--- Tranquilo, si logramos llegar a casa estamos a salvo.

--- ¡No, si llegamos a casa se quedará esperándonos afuera!

--- Pero se cansará en la mañana.

--- Prefiero no arriesgarme, dale papá, vamos más a prisa, tú puedes.

--- Esta bien, lo intentaremos una vez más, ¿tienes bien puesto el cinturón?

--- Sí señor.

--- Entonces sujétate muy fuerte, veremos si es capaz de igualar esto.

 

El hombre apretó con fuerza el volante y movió la palanca de cambios hasta llevar el auto a una mayor velocidad, lo suficientemente segura para su hijo. El rostro del pequeño expresó emoción mientras sus gritos se elevaban como el rugido del motor.

 

--- ¡Vamos a llegar a casa!

--- ¡Toca la bocina para que mamá salga a recibirnos!

 

El carro irrumpió en el ante jardín emitiendo el constante sonido de su pito. Ambos desabrocharon sus cinturones y descendieron del vehículo sin dar espera.

 

--- ¡Corre papá, corre!

--- ¡Tú también date prisa!

 

La madre alarmada se precipitó hacia la puerta mientras su hijo se arrojaba hasta sus brazos en medio de gritos.

 

--- ¡Adentró mamí, escóndete que allí viene!

--- ¿Quién mi amor? --- preguntó la madre preocupada mientras el hombre ingresaba a la vivienda y cerraba la puerta.

--- ¡Estamos a salvo hijo, lo conseguimos!

--- ¡¿Qué ocurre?! --- preguntó de nuevo asustada.

--- ¡Mamí, nos viene persiguiendo desde hace rato, mi papí venía manejando bien rápido pero no pudimos despistarle!

--- ¿Quién? – peguntó la madre - ¿Quién los persigue?

--- ¡La Luna mami, nos perseguía la Luna!