(CUENTO)
Llegó el momento en que el Maestro
consideró que el pupilo estaba listo para la ultima prueba y lo llamó ante su
presencia.
--- Eres mi más
querido alumno, hemos estado juntos muchos años y creo que ya estás listo.
--- ¿Listo para
qué Maestro?
--- Para recibir
el Libro de la Sabiduría. --- dijo mientras sacaba uno bajo su bata.
--- Maestro,
usted jamás me habló de él.
--- Sólo hasta
éste momento de la preparación se tiene el privilegio, antes es un secreto.
Cada Maestro por el que éste libro ha pasado escribió un mensaje antes de
legarlo.
--- Maestro,
muchas gracias por considerarme digno.
--- Pero
primero debes tomar una difícil decisión. Así como cada Maestro debe escribir algo
cuando pase por sus manos, antes de recibirlo debe decidir qué página quitarle.
--- No
entiendo.
--- Antes de entregártelo
hay una página que debo arrancar y tú decides cuál.
--- ¿Quiere
decir que siempre hay una página que llega y otra que sale?
--- Y son tuyas
ambas responsabilidades.
--- Pero todo
lo que se halle escrito debe ser muy importante, quiero poder leer a todos los
Maestros.
--- Pero hay
alguno al que debes sacrificarle.
--- ¿La página
del Maestro que decida se perderá por siempre?
--- Y ya nadie podrá
conocerle.
--- Qué difícil
decisión Maestro. Permítame pensarlo entonces. --- cerró sus ojos para meditar
la decisión, permaneció así por un minuto y los abrió --- Ya sé qué página debo
sacrificar.
--- Dime cual.
--- La mía, la
que yo debo escribir, arranque la mía.
El Maestro
esbozó una sonrisa, arrancó una página y entregó el libro. El alumno le abrió
enseguida y encontró que ninguna pagina estaba escrita.
Como siempre un hermoso cuento,gracias @ivanmarin
ResponderEliminarMuy bien... hermoso cuento.🇦🇷
ResponderEliminarNo sé cómo suscribirme
ResponderEliminarMaravilla me motivas.. Mil gracias...
ResponderEliminarSabiduría saber apreciar y darle valor a las enseñanzas, moralejas o vivencias de las personas que nos han antecedido, gracias por compartir tu talento con nosotros, amo tu escritura
ResponderEliminarHay días que soy muy consciente de mi propia mortalidad. ¡ Cómo me gustaría ser ese maestro que le deja un libro, no en blanco, si no con toda la sabiduría a mí discípulo( mi hijo) !!!.
ResponderEliminarPero como bien dices, cada uno debe escribir su propio destino.
Saludos Iván, un placer leerte.💚🤍💚
Genial, perfecta como siempre
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