(CUENTO)
viernes, 28 de octubre de 2022
INCOMPLETO
miércoles, 19 de octubre de 2022
EL SECUESTRO DEL AMOR
(CUENTO)
jueves, 13 de octubre de 2022
EL RESPETO
(CUENTO)
Caminaban por un pasillo del monasterio
discípulo y maestro. El pupilo repetía las lecciones recibidas al maestro que
escuchaba atento. De repente el joven vio una araña que frente a sus pies
cruzaba rápida y de inmediato intento pisarla, pero el anciano anticipando sus
intenciones le advirtió: “¡No, deja que yo lo haga!”. El anciano levantó un pie
y la araña cruzó ilesa para desaparecer
en el interior de una pequeña grieta.
--- Discúlpeme Maestro, entendí mi mala
conducta --- dijo el alumno sintiéndose avergonzado --- debemos aprender a
perdonar la vida.
--- No, yo no he perdonado nada.
--- ¿Cómo así Maestro? --- exclamó ahora
confundido el joven --- Usted acaba de perdonarle la vida a esa araña.
--- Uno perdona cuando primero le han
hecho daño, la araña no me ha lastimado por ende no la he perdonado,
simplemente la he respetado, así como
los dioses nos respetan pudiendo borrarnos con el pie.
miércoles, 5 de octubre de 2022
EL MANIQUI
(CUENTO)
Pero él se sabía distinto y ya estaba harto de aquella soledad, por eso un día cuando el almacén estuvo cerrado fijó su atención en una maniquí que recién había llegado, aún estaba en su caja y él tomó la decisión de armarla. Descendió del lugar en que lo exhibían y destapó la caja que la contenía, era la primera vez que hacía aquello, pero pensó que no debía ser muy difícil, simplemente empatar las piezas y listo, estaría hecho.
Se encontraba en aquel proceso cuando advirtió algo, no le gustaba la apariencia que estaba adquiriendo, empezaba a lucir exactamente igual que las demás, él quería una maniquí distinta y por ende así la haría. Estaba cansado de las apariencias convencionales, todas esas maniquíes glamurosas con sus perfectas formas, atentas siempre a que el maniquí varón vistiese Versace o Armani. Por eso empezó a unir piezas en donde no encajaban, aunque tuviera que aplicar un poco más de fuerza.
Finalmente, tras varias horas de titánica labor, su pareja estaba hecha, pero justo en aquel momento llegaban los dueños de la tienda, tuvo que darse prisa y ubicarse de nuevo en su lugar. En cuanto los propietarios entraron vieron a la nueva maniquí y sin dudarlo expresaron su rechazo, era una maniquí muy fea, además de averiada, debido a que ciertas piezas fueron encajadas donde no debían, sus brazos puestos en el lugar de las piernas y viceversa. Llamaron entonces al almacén que los dotó de ella y pidieron un cambio, en cuanto llegaron con la nueva maniquí ya armada admitieron que aquello era un suceso extraño, ubicaron en su lugar a la modelo nueva y a la distinta la botaron.
Mientras ocurría el maniquí muy triste se esforzaba por mantener la sonrisa que debe lucir quien se exhibe en la vitrina, en tanto lloraba silenciosamente comprendía la gravedad de su error, ese tipo de cosas ocurren cuando queremos que nuestra pareja sea exactamente como lo dicta el capricho de nuestros deseos.