(HUMOR)
Cuando
Charlie Sheen se enteró que su colega de vida díscola, Britney Spears, había
venido a Colombia, pensó: “Hmm, algo muy interesante tiene que haber allá”, y
de inmediato dio las coordenadas de Cartagena a su piloto. Éste último le
aclaró que a la ciudad le dicen la heroica, no la heroína. Pero el actor se
empeñó en viajar a la arenosa, una vez allí, hizo todo lo opuesto a su
mundialmente conocida personalidad: se esforzó por mantener bajo perfil, lo cual
es tan antinatural como una foto recatada de Sara Corrales.
La
visita de don Charlie estuvo repleta de actitudes desconcertantes, por ejemplo:
¡no hubo orgia!, y si la hubo fue con mujeres mudas porque ninguna ha salido a
contar nada. Y ni así es factible porque una muda estaría contando a punta de
señas todo lo que le hicieron: ¿qué mujer va a estar con Charlie Sheen y no
chicanear con eso?
¿Se
imaginan la extrañeza de los escoltas al ver que no tendrían bacanal? Me los
imagino diciéndole en cada esquina: “Mr Sheen, look at that girl, ¿do you want
that ass?”, “No, thanks”. Charlie Sheen sin actrices porno a su alrededor es
tan impactante como Diomedes Díaz llegando puntual a un concierto. El
desasosiego era general, incluso los botones del hotel pegaban la oreja a la
puerta de su habitación con la esperanza de escuchar aullidos de placer, y
nada, lo único que alcanzaron a escuchar fue el televisor sintonizado en “Yo me
llamo”, y cuentan los mismos que en alguno momento Charlie dijo: “Rafael Orozco
is the best”.
Ahora
bien, la otra sorpresa. ¿En qué lugar se percataron de la presencia del actor
en Cartagena? No fue en un prostíbulo, no fue en una discoteca, no fue en la
playa armando un bareto, no: ¡lo sorprendieron en una librería! El último lugar
en que yo esperaría ver al rey de los escándalos es una librería, primero espero encontrarme al Tino Asprilla en
un retiro espiritual. ¿Qué pensamientos podían pasar por la mente de Charlie
mientras ojeaba los libros?: “Este lo vi más barato en Panamericana”, “¿Quién
carajos es Juan Gossain?”, “¿De verdad atravesé un continente para leer?”.
El
dueño de uno de los restaurantes en los que cenó la estrella de Hollywood,
aclaró el misterio del por qué realmente estaba Charlie en Colombia. Al
parecer, su interés radica en la búsqueda de locaciones para una película que
piensa realizar. Ahora la interrogante es: ¿será una película tipo El amor en
los tiempos del cólera, o será una más por la onda de Nacho Vidal?
Lo
cierto es que su corta estadía terminó, y ya confirmada su visita, no será raro
que algunas señoras cuenten durante años la siguiente anécdota: “Yo sí le dije
a mi marido que el de la mesa de al lado era Charlie Sheen, y el idiota ahí
mismo me calló diciendo que yo no puedo ver un gringo porque ya lo creo
estrella de cine, nos perdimos esa fotico”.