(HUMOR)
Hasta que se nos casaron Will y Kate. Por fin salimos de eso, ya podemos volver a ocuparnos de noticias normales: que tal primer ministro se comió a una fulanita, que tal dictador ordenó dar de baja a no sé cuántas personas, que un sismo echó abajo tantos edificios, etc. Era tanta la atención mundial puesta en esta ceremonia, que cualquier otra cosa ocurrida hoy, estaba destinada a pasar totalmente inadvertida. Si hoy viernes un tsunami hubiera borrado del mapa a Hawái, escasamente hasta el domingo habrían empezado a preguntarse dónde está la islita. Mejor dicho, hoy era el día para que Osama Bin Laden se regodeara paseando por ahí tranquilamente, nadie le iba a poner cuidado.
Admito mi escaso interés en estos temas. La monarquía solo llama mi atención cuando se trata de ver pelear reyes en el Señor de los anillos. Por eso no deja de sorprenderme que en Colombia hubiera gente despertándose a las 4 AM para ver un matrimonio entre desconocidos ocurrido a kilómetros de distancia. Yo a esa hora no me despierto ni a orinar, tengo la vejiga entrenada para ello.
Hay que ver la emoción con que las presentadoras de noticias hablaban del evento, como si la que se estuviera casando fuera una hija de ellas. Yo entiendo el cuento de hadas que significa una plebeya echándole el lazo a un príncipe, pero de ahí a convertir en maravilloso el simple hecho de que se dieran dos pinches besos. Imagínense lo que pasaría donde supieran lo que el buen William habrá de hacerle en el lecho real. Y los periodistas hasta se tomaron la molestia de contabilizar la duración del beso. Puntualizan que duró escasos dos segundos, cosa que atribuyen a la presencia de la reina, quien reprueba las demostraciones públicas de afecto. ¿A nadie se le ha ocurrido considerar que quizás el príncipe se sintiera incomodo introduciendo su lengua en la boca de su esposa ante millones de curiosos?
Pero seamos justos. Así como los medios informativos resaltaron algunas soberanas estupideces, también llamaron la atención ante otros importantes detalles. Por ejemplo, el que a Kate casi no le entrara el anillo. Me imagino la pobrecita en la noche echándose jabón en el dedo para poder sacárselo. Pero no entiendo, ¿cómo es que con tanto ensayo previo nadie se diera cuenta que el anillo no le hormaba? ¿O estaba probado pero ella comió de más en la despedida de soltera y se le engordó el dedo?
El otro detalle que resaltaron y llamó mi atención, fue que ella hiciera votos de amor, mas no de obediencia. De ahí podemos deducir lo que le espera a él. Su nueva duquesa gritándole: “¡Usted podrá ser muy príncipe, pero me hace el favor, se pone las chanclas y me saca la basura!”.
La transmisión de estas nupcias rompió el registro del número de espectadores en simultánea siguiendo un evento a través de Internet, cerca de 2 millones. ¿Y personas viéndolo en televisión abierta alrededor del mundo? Ténganse de atrás: la medio bobadita de 2.000 millones de desocupados. Si la cifra sola por sí no los impresiona, se las enfrento a esta otra. ¿Saben cuántas personas vieron la final del mundial de futbol de Sudáfrica? 700 millones. Es decir, 1.300 millones de personas hallaron más interesante ver caminar a una novia hacia el altar, que ver correr a Piqué, Iniesta, Puyol, Casillas y Fábregas. He reflexionado mucho sobre este asunto, ¿por qué a tanta gente habría de importarle tanto ver la boda? Sólo se me ocurre que es el consuelo de ver que hasta un futuro rey puede cometer el cagadòn de casarse.
Veamos ahora un par de cifras. La boda se calcula costó alrededor de cinco millones de libras. Yo creo que apenas le mostraron los números al pobre príncipe Carlos, éste debió irse de culo. Ya me imagino al príncipe de Gales argumentando: “Vengan, ¿y si en vez de el palacio de Buckingham alquilamos un salón comunal?... O por lo menos cambiemos los de los aviones de la Real Fuerza Aérea por algo más económico, ¿qué tal un show de magia?”… Y lo asombroso es que con todo y lo costosa, fue seis veces más barata que la boda del mismo Carlos con Lady Di. Es decir, el tipo objetó por conocimiento de causa. Es que hasta puedo verlo llamando a su hijo para aconsejarlo: “Willy, venga para acá. Mijo, no vale la pena meterle tanto billete a eso del casorio. Hágame caso. Vea que si la boda parece cara, son chichiguas al lado de un divorcio”.
Es que estos británicos cuando se dicen a hacer algo costoso, de verdad lo cumplen, por ejemplo el vestido de novia de Kate Middleton costo 400 mil dólares. ¿Para qué invertir tanto en algo que sólo se pondrá una vez? Porque no me la imagino en unos años diciéndole a su hija: “Vea mamita, este es el vestido que usé cuando me casé con su papá. Ahí se lo he guardé todo este tiempo para que pueda ponérselo ahora que se case con el Barón de Munchausen”. Los únicos que obtendrán un beneficio adicional del vestido son los costureros de barrio del mundo. A partir de ahora todas las futuras esposas van a llegar con una foto de revista diciéndoles. “Vea, quiero que me confeccione uno así, igualito al de la princesa”. Porque en algún punto de sus cerebros femeninos, anida la idea de que si usan el mismo vestido, lograrán verse igual de bellas, así pesen el doble. Idea tan descabellada como la de que si bautizan a sus hijas de la misma forma, estas podrán aspirar a un príncipe azul. Prepárense porque el 50% de niñas nacidas este año obedecerá a todas las posibles combinaciones del nombre Kate: Kate Yurani, Kate María, Ana Kate y Shaki Kate.
El problema de esta boda es que ahora nos toca empezar una terapia para convencer a nuestras novias de que esta no debería llamarse una boda real, sino boda imaginaria, porque ni en sueños podrán tener algo parecido. Yo ya tuve un problema con la mía, toda ofendida me dijo: “¡¿Cómo así que nosotros no podemos invitar a David Beckham a nuestra boda?! ¡¿Cómo William sí se lo llevó a Kate?! ¡Pero claro, si le dijera que invitemos a Sara Corrales, ahí mismo sale volando a llevarle la invitación!” Y si explicarle eso fue complejo, imaginen lo que sufrí para hacerle entender por qué Elton John tampoco cantaría en nuestra recepción.
La única manera que tenemos de consolar a nuestras esposas ante el hecho de no poder ofrecerles una boda semejante, es hacerles ver que ellas tendrán de nosotros algo que Kate no consiguió de William. ¿Sabían ustedes que él no llevará argolla de casado? Es decir, mujeres, ustedes por lo menos podrán poner en nuestro dedo, algo que les haga saber a las demás, que ese hombre no será príncipe, pero ya tiene dueña, y es respetada como una reina.
Admito mi escaso interés en estos temas. La monarquía solo llama mi atención cuando se trata de ver pelear reyes en el Señor de los anillos. Por eso no deja de sorprenderme que en Colombia hubiera gente despertándose a las 4 AM para ver un matrimonio entre desconocidos ocurrido a kilómetros de distancia. Yo a esa hora no me despierto ni a orinar, tengo la vejiga entrenada para ello.
Hay que ver la emoción con que las presentadoras de noticias hablaban del evento, como si la que se estuviera casando fuera una hija de ellas. Yo entiendo el cuento de hadas que significa una plebeya echándole el lazo a un príncipe, pero de ahí a convertir en maravilloso el simple hecho de que se dieran dos pinches besos. Imagínense lo que pasaría donde supieran lo que el buen William habrá de hacerle en el lecho real. Y los periodistas hasta se tomaron la molestia de contabilizar la duración del beso. Puntualizan que duró escasos dos segundos, cosa que atribuyen a la presencia de la reina, quien reprueba las demostraciones públicas de afecto. ¿A nadie se le ha ocurrido considerar que quizás el príncipe se sintiera incomodo introduciendo su lengua en la boca de su esposa ante millones de curiosos?
Pero seamos justos. Así como los medios informativos resaltaron algunas soberanas estupideces, también llamaron la atención ante otros importantes detalles. Por ejemplo, el que a Kate casi no le entrara el anillo. Me imagino la pobrecita en la noche echándose jabón en el dedo para poder sacárselo. Pero no entiendo, ¿cómo es que con tanto ensayo previo nadie se diera cuenta que el anillo no le hormaba? ¿O estaba probado pero ella comió de más en la despedida de soltera y se le engordó el dedo?
El otro detalle que resaltaron y llamó mi atención, fue que ella hiciera votos de amor, mas no de obediencia. De ahí podemos deducir lo que le espera a él. Su nueva duquesa gritándole: “¡Usted podrá ser muy príncipe, pero me hace el favor, se pone las chanclas y me saca la basura!”.
La transmisión de estas nupcias rompió el registro del número de espectadores en simultánea siguiendo un evento a través de Internet, cerca de 2 millones. ¿Y personas viéndolo en televisión abierta alrededor del mundo? Ténganse de atrás: la medio bobadita de 2.000 millones de desocupados. Si la cifra sola por sí no los impresiona, se las enfrento a esta otra. ¿Saben cuántas personas vieron la final del mundial de futbol de Sudáfrica? 700 millones. Es decir, 1.300 millones de personas hallaron más interesante ver caminar a una novia hacia el altar, que ver correr a Piqué, Iniesta, Puyol, Casillas y Fábregas. He reflexionado mucho sobre este asunto, ¿por qué a tanta gente habría de importarle tanto ver la boda? Sólo se me ocurre que es el consuelo de ver que hasta un futuro rey puede cometer el cagadòn de casarse.
Veamos ahora un par de cifras. La boda se calcula costó alrededor de cinco millones de libras. Yo creo que apenas le mostraron los números al pobre príncipe Carlos, éste debió irse de culo. Ya me imagino al príncipe de Gales argumentando: “Vengan, ¿y si en vez de el palacio de Buckingham alquilamos un salón comunal?... O por lo menos cambiemos los de los aviones de la Real Fuerza Aérea por algo más económico, ¿qué tal un show de magia?”… Y lo asombroso es que con todo y lo costosa, fue seis veces más barata que la boda del mismo Carlos con Lady Di. Es decir, el tipo objetó por conocimiento de causa. Es que hasta puedo verlo llamando a su hijo para aconsejarlo: “Willy, venga para acá. Mijo, no vale la pena meterle tanto billete a eso del casorio. Hágame caso. Vea que si la boda parece cara, son chichiguas al lado de un divorcio”.
Es que estos británicos cuando se dicen a hacer algo costoso, de verdad lo cumplen, por ejemplo el vestido de novia de Kate Middleton costo 400 mil dólares. ¿Para qué invertir tanto en algo que sólo se pondrá una vez? Porque no me la imagino en unos años diciéndole a su hija: “Vea mamita, este es el vestido que usé cuando me casé con su papá. Ahí se lo he guardé todo este tiempo para que pueda ponérselo ahora que se case con el Barón de Munchausen”. Los únicos que obtendrán un beneficio adicional del vestido son los costureros de barrio del mundo. A partir de ahora todas las futuras esposas van a llegar con una foto de revista diciéndoles. “Vea, quiero que me confeccione uno así, igualito al de la princesa”. Porque en algún punto de sus cerebros femeninos, anida la idea de que si usan el mismo vestido, lograrán verse igual de bellas, así pesen el doble. Idea tan descabellada como la de que si bautizan a sus hijas de la misma forma, estas podrán aspirar a un príncipe azul. Prepárense porque el 50% de niñas nacidas este año obedecerá a todas las posibles combinaciones del nombre Kate: Kate Yurani, Kate María, Ana Kate y Shaki Kate.
El problema de esta boda es que ahora nos toca empezar una terapia para convencer a nuestras novias de que esta no debería llamarse una boda real, sino boda imaginaria, porque ni en sueños podrán tener algo parecido. Yo ya tuve un problema con la mía, toda ofendida me dijo: “¡¿Cómo así que nosotros no podemos invitar a David Beckham a nuestra boda?! ¡¿Cómo William sí se lo llevó a Kate?! ¡Pero claro, si le dijera que invitemos a Sara Corrales, ahí mismo sale volando a llevarle la invitación!” Y si explicarle eso fue complejo, imaginen lo que sufrí para hacerle entender por qué Elton John tampoco cantaría en nuestra recepción.
La única manera que tenemos de consolar a nuestras esposas ante el hecho de no poder ofrecerles una boda semejante, es hacerles ver que ellas tendrán de nosotros algo que Kate no consiguió de William. ¿Sabían ustedes que él no llevará argolla de casado? Es decir, mujeres, ustedes por lo menos podrán poner en nuestro dedo, algo que les haga saber a las demás, que ese hombre no será príncipe, pero ya tiene dueña, y es respetada como una reina.
Tienes razón Ivan, le ponen tanta atencion a esa boda viedo que hay cosas mas importantes en el mundo, e incluso a nuestro alrededor.
ResponderEliminarIvan, q´ chimba, una estupidez y payasada completa el simple hecho de madrugar para alagar a unos bobos que no nos incumben.
ResponderEliminarholaa,ivann me reii muchisisimo leyendo tu articulo, muy bueno de verdad!!!jajajajajaja
ResponderEliminarJajajajajaja Excelente nota.
ResponderEliminarmuy razonable
ResponderEliminarkasjasjaksjaksjk ta muy bakano ivan xDDD
ResponderEliminarjajajajaja
ResponderEliminarEXCELENTEEE NOTA' & TODO ES MUY CIERTOOO!
ResponderEliminar"KATE YURANI".....
JAJAJJA CON TODA LA PLATA QE ESA GENTE SE GASTOOO, HUBIESEMOS PODIDO SALVAR A QUIEN SABE CUANTOS MILLONES DE PERSONAS DESNUTRIDAS, SE PODIAN HABER SALVADO MUCHAS VIDAS QE NECESITASEN DE UNA CIRUGIA O COSAS X EL ESTILOOOO!
ATT: MILENA SALAZAR
muy buena..pero parece k tu también lo viste..para saber tantos detalles
ResponderEliminarExcelente bienvenidos a la realidad!
ResponderEliminarjajajaja...es muy cierto...para q matarme la cabeza con esos bobos trasnochandome si ellos no van a venir a mi boda¡¡¡ el 4 de junio....
ResponderEliminarPero estuviste muy pendiente de los detalles!!! jajajajaja
ResponderEliminarExcelente apunte, Es bueno encontrar aun personas que no censuren una realidad que la digan a sabiendas de que much@s por miedo no lo hacen; ojala y en Colombia nos preocupáramos mas por todas las desgracias que están ocurriendo y no por una absurda boda.
ResponderEliminarasí se escribe disfrute mucho cada palabra
ResponderEliminarfelicitaciones bacanes como tu necesita mas este país
buen apunte, pero hay que descansar los ojos de tanta tristeza, niños con hambre, japon vuelta mierda por el terremo y el maremoto, aqui en colombia dejar de pensar como la guerrilla se tira un vereda (Vegalarga)con un carro bomba, como los moreno tumbaron a Bogotá
ResponderEliminarpor lo menos ver el matrimonio o mejor la farza de la monarquia inglesa
buena nota, pero a los ojos hay que darle algo diferente a ver terremoto en japon, haiti en ruinas, Bogotá llena de agua y que los morenos se llenaron de plata con el cartel de la contratación y en mi pueblo la guerrilla acabando con vegalarga con carros bomba.
ResponderEliminarhay que ver la farsante monarquia inglesa gastandose la plata que nos falta para darle de comer a los niños de africa, para arreglar el canal del dique, y ,....
me parece un blog excelente.... te felicito
ResponderEliminarJajajajajaja ERES EL MEJOR IVAN !!!!! que buenaa nota!! me diverti mucho !
ResponderEliminarjajajaja esta buenisimo parece que no te perdiste ni un solo detalle...jajajaja pero no importa te quedo genial...es verdad que es absurdo todo lo relacionado con esa boda...te quiero y te apoyo ivan marin...
ResponderEliminarATT: geraldyn ocampo
muy bueno ...... como siempre
ResponderEliminardivino!!tenes toda la verdad...la gente es demasiado incrédula..suspirando por otros...stuvo increible.te felicito besossss!!!
ResponderEliminarIVAN Y NO TE PERDISTE NI UN DETALLE DE LA BODA.PARA ALGUIEN QUE NO LE INTERESA EL TEMA ESTAS MUY BIEN INFORMADO. MUY DIVERTIDO TU BLOG.
ResponderEliminarUmmmm!
ResponderEliminarComo Siempre nunca falta el que critica!
pero bueno, yo no madrugue para tu informacion ANONIMO! YO ESTUDIOO!
Lo que pasa es que yo SI VEO NOTICIAS!
Y en todas las canales estaban dando la misma M....!
que mas podia hacer?
en internet, cualquier pagina tenia como publicidad LA BODA REAL!
vestidos, zapatos, anillo, pancartas, etc..!
jua jua... me gusto mucho el cierre... "¿Sabían ustedes que él no llevará argolla de casado? Es decir, mujeres, ustedes por lo menos podrán poner en nuestro dedo, algo que les haga saber a las demás, que ese hombre no será príncipe, pero ya tiene dueña, y es respetada como una reina" muy chistosa la manera de consolarnos a las mujeres.-.. como si ellos no se kitaran el anillo cuando estan de caceria jaja--- y lo mejor es q hay muchas q se creen ese cuento... jua jua.---
ResponderEliminarme ha encantado..... estupendo.... como solo un colombiano podía escribir!!!! y pensar que llegué a este artículo por la cifra de los espectadores del mundial!!!! ;)
ResponderEliminarMuchas gracias por comentario último anónimo, jeje. Me alegra que te hayas encontrado accidentalmente con el blog, no sé cómo es que está ligado a la cifra de los espectadores del mundial, pero chevere, jeje. Ojala nos sigas visitando entonces.
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