(HUMOR)
Justin
Bieber estuvo en nuestro país. Lo que nadie sabe es que yo me disfracé de
mucama para tener acceso a su habitación en el hotel. Una vez adentro, encontré
su diario personal y me dirigí al capítulo destinado a su visita a Colombia. A
continuación reproduzco lo escrito en él.
Lunes
27 de Octubre.
Querido
diario, por fin estoy en Colombia, país incluido en mi Believe Tour. La primera
sorpresa que me llevé es que Bogotá no es como la pintan en “Sr y Sra Smith”. Sospecho
que Brad Pitt realmente no la grabó aquí, quizá lo hizo en alguna ciudad
africana del continente asiático.
La
señorita que me recibió en inmigración fue muy amable, pero indudablemente no
era una verdadera Bieleber. En cuanto me vio preguntó emocionada si yo era
Justin, le dije que sí, y respondió que yo le gusto desde que estaba en NSYNC.
Una
vez salimos del aeropuerto una mujer de chaleco amarillo nos pidió que por
favor solo usáramos taxis autorizados. Un taxista parado en la puerta la
escuchó y le gritó que no fuera sapa, que dejara trabajar. Para evitar un
problema opté por irme en limosina.
Ya
en el hotel me puse a ver televisión local. Estaban dando un reallity cuyo
nombre no recuerdo, pero los participantes llevan escritos sus nombres en
camisetas negras, excepto tres de ellos que llevaban camisetas rojas. Cuando pregunté
por qué el color de ellos era distinto, me dijeron que eran los amenazados de
la semana. Yo sí había escuchado que Colombia puede ser peligrosa, pero jamás imaginé
que hasta el punto de amenazar gente en televisión. Al final eliminaron a Whitney.
Yo espero que eso se lo gane Juver.
Lunes
28 de octubre.
Querido
diario. Desperté con la bellísima sorpresa de ver a cientos de mis Bielebers aguardando
a las afueras del hotel. Les quiero mucho porque me debo a ellos, pero mis escoltas
que no maduran se ponían a mover las cortinas para hacerlos gritar.
Ordené
un desayuno típico colombiano, y me trajeron una cosa llamada tamal. Es una
especie de masa dentro de unas hojas. Las hojas saben horrible, pero el relleno
es muy rico.
Me
duché, me vestí, y me dejé ver de mis fans a través de la ventana mientras los
fotografiaba. Envié esa foto a Demi Lovato con un mensaje que decía: “¿Me
recuerdas cuántos fans te esperaron en el hotel cuando estuviste en Bogotá?... ¡¡En
tu cara!!”
Entró
una mucama lo más de extraña, es gordita y con barba. Miró mi diario de manera
sospechosa. Creo que se trae algo entre manos. Mi mamá comparte esa sensación.
Decidimos
salir de incognito. Mi esquema de seguridad planeó todo. Dejaríamos la limosina
parqueada y nos iríamos en taxi para no llamar la atención. Yo pregunté si un
solo taxi sería capaz de llevarnos a mí y los 20 escoltas. La mucama gordita me
respondió que un taxista colombiano sí es capaz, pero nos cobraría recargo por
el sobre cupo.
La
gordita tenía razón. Un taxista estaba dispuesto a llevarnos a todos, pero el
recargo era muy caro. Preferí llamar la limosina, nos salía barato que pagar
esa carrera. Aquí los taxistas abusan.
Primero
fuimos a un lugar llamado San Andresito. Yo conseguí jeans a muy buenos precios
y mi mamá unos zapatos que, según ella, pagaron el viaje. Selena se
enloquecería si estuviera aquí.
Una
joven sospechó por ver a un muchacho con capucha rodeado de tanta seguridad,
preguntó si yo era Justin Bieber, nuestro guía local le respondió: “No, es
Camilo Echeverry”, la chica hizo una mueca y se marchó.
Mi
mamá tenía antojo de carne y fuimos a un restaurante llamado Andrés D.C. Pero cuando
llegó la cuenta, el taxi nos pareció barato. Mi mamá dijo que la próxima vez
ella compra carne en una fama y nos la prepara en el hotel.
Entramos
a una tienda de discos y videos. Quise llevarme en DVD lo más representativo de
la televisión colombiana, me dieron los siguientes títulos: El Capo, el Cartel
de los Sapos, el Patrón del mal, Las muñecas de la mafia, La Prepago, Sin Tetas
no hay paraíso; y quedaron de enviarme Alias el Mexicano. Uno de mis escoltas
dice que el peligro de que me vea todos esos programas es que mi televisor
puede morir de una sobre dosis.
Volvimos
al hotel. La lluvia hizo que mis Bielibers se marcharan, la mayoría de ellos ya
acampan en el estadio. Mi mamá se puso a ver una telenovela coreana, mientras
yo me puse a ver qué había escrito la gente en Twitter. Descubrí que llevo casi
un mes siendo tendencia en Colombia gracias a mis fieles Beliebers y a la Mega,
emisora juvenil número uno del país. Le escuché un momento, sus Disc Jockeys
son muy buenos, pero hay algo que no entendí: la dirige un hombre que lleva 30 años
haciendo radio juvenil, paradojas de la vida.
Vimos
el comercial de una producción local, mi mamá dice que es la versión colombiana
de Nip Tuck, pero me rehúso a creerlo. Le expliqué que un país en desarrollo como
este no se pondría a hacer malas imitaciones de series que fueron demasiado
grandes originalmente. No logré convencerla.
Me
relajé tocando guitarra. Mi mamá se conectó por Skype para mostrar a mis tías
los zapatos que se había comprado.
Mamá
cumplió, nos preparó chatas, le quedaron riquísimas, y baratas. ¡¡En tu cara Andrés!!
Martes
29 de Octubre.
Querido
diario. Hoy dormí hasta tarde. Fuimos a hacer pruebas de sonido. Un empleado
del Campín me dijo que estaba feliz de que yo estuviera allá porque por primera
vez en mucho tiempo el estadio estaría lleno sin que diera miedo.
Volvimos
al hotel y nos encontramos de nuevo con la mucama de barba. Mi mamá me
recomienda que no vaya a dejar nada por ahí cuando ella esté cerca.
Llegamos
al estadio. Me entrevisto con las fans VIP, un encuentro muy gratificante con
mis Beliebers. Dos de ellas, bellísimas, venían de Medellín y me enseñaron un género
musical llamado trova paisa, quizá la incluya en mi próximo disco.
La
energía del público colombiano estuvo brutal. En la tercera canción falló el
sonido durante 10 minutos, sentí el impulso de aprovechar lo que acababan de
enseñarme y casi me animo a trovar mientras lo solucionaban, pero me abstuve de
hacerlo porque me faltaba el sombrero. Finalmente se arregló y el concierto culminó
apoteósicamente. Ojala en todo el mundo tuvieran la energía de la fanaticada
colombiana.
Nos
fuimos de remate a un sitio llamado NN, que contrario a lo que su nombre
sugiere, es muy famoso. Celebramos como siempre de manera muy normalita (No se
puede de otra forma porque mi mamá no deja). Me voy feliz.
Mi
mamá está convencida de haber visto a la mucama en YouTube haciendo Stand Up.