(CUENTO)
Aquel día despertó a las seis como es
usual. El sol seguía allí, también el cielo, y aparentemente no tenían pensado
irse. Recorrió su estancia con la mirada, las cobijas en la cama, el reloj en
la pared, su libro de Bécquer junto a la lampara, el corazón en su pecho, cada
cosa en su lugar, todo en orden, y la vida, a continuar.
Se dirigió a la ducha mientras pensaba en
lo absurdo de su miedo, llegó a pensar que sin ella nada sería igual, envuelto
por un temor infantil incluso soñó que al despertar la extrañaría tanto como
para renunciar a respirar. Muchos le decían que el amor perfecto llega sólo una
vez en la vida, y si se va, la vida parte haciéndole compañía. Pero era un
nuevo día y ya lo sabía, nada cambiaría.
El agua caía sobre su cuerpo mientras se
empeñaba en buscar de ella alguna huella, un solo daño de su ausencia. La cama
parecía más grande, es verdad, cuando compartían el lecho el sentimiento de
felicidad los hacia tan inmensos que la habitación se reducía al tamaño de un
cenicero. Pero ahora, la cama era tan grande que durante la noche se sintió
como el pez que tras vivir años en su pecera sale a mar abierto. Nada más había
cambiado excepto aquello.
Salió del baño y empezó a vestirse. Ella
seguía allí y lo miraba con dulzura, lo hacía desde el retrato que sobre la
mesa de noche reposaba, él hacía el nudo a su corbata mientras le decía cuanto
la amaba, la foto sonrió y guiñó un ojo, nada había cambiado. Volvió al baño
para peinarse y sólo entonces se miró de frente. Su pelo hasta hace unas horas
abundante era ahora escaso. De pronto su pie derecho presentó una comezón, se
quitó el zapato y después la media tan sólo para encontrar que un dedo suyo ya
no estaba. Condujo de nuevo la mirada hacía el espejo, ahora faltaban sus
labios y ojo derecho. No era infundado el miedo, el negro vaticinio se hacía
cierto, ella de verdad no volvería, él estaba incompleto.
Incompleto de presencia pero lleno de recuerdos, así vamos algunos por la vida e igual vivimos
ResponderEliminarHay una canción de Diana Navarro que se titula " Adiós". A éste personaje tuyo, le conviene escucharla.
ResponderEliminar💚🤍💚
Hermoso cuento como todo lo que nos regalas y me hace pensar aunque en todas las épocas el atractivo físico suele imperar sobre la esencia del ser, cuando realmente amas a alguien, aunque perdiera su físico, presentara algún accidente o enfermedad por la cual su cuerpo sufre cambios, no se abandona, si no que al contrario se ama aún más.
ResponderEliminarGracias infinitas por regalarnos arte escrito de tu mano mi querido Iván
Por eso nada más bello que lo que ofrecemos y tenemos en el corazón, el físico solo es un estado y una imagen que día a día va desmejorando, si te aceptas tal cual eres así te van a ver y a valorar
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