Durante varios
meses la población venía siendo asolada por un dragón. Los lugareños pidieron
ayuda al rey y éste envió una pequeña comitiva encabezada por su hijo el
príncipe, quien también destacaba en el ejercito imperial como el mejor
comandante de aquellas tropas.
Llegó precedido
por su fama como espléndido caballero y su habilidad como cazador de dragones.
Entró al pueblo acompañado de unos 12 soldados y cabalgando a su lado marchaba
su fiel escudero, hombre de menuda apariencia y quien jamás entraba en batalla,
sus únicas labores consistían en cuidar del caballo, armadura y armas de su Señor.
Los pobladores
se apostaron a ambos lados del camino para dar la bienvenida al campeón que les
liberaría del monstruoso yugo. Y en medio de ésta marcha vio entre la gente el
rostro de una preciosa joven que de inmediato le prendó el corazón. Tras
levantar su campamento se dirigió a buscarla y le declaró su amor, le juró que
por ella mataría a aquel dragón y después la llevaría a su palacio para hacerla
sentirse no como una princesa, sino como una reina.
Y así ocurrió que el príncipe se dirigió al escondite del monstruo y tras feroz batalla se alzó con la victoria, regresó donde la joven para demostrarle que había cumplido lo primero y ahora estaba dispuesto a cumplir lo segundo. Pero la historia dio un giro cuando ella le respondió que su corazón pertenecía a otro, y cual no fue la sorpresa del príncipe al enterarse de que ese otro era su fiel escudero, a quien encargó el cuidado de la joven mientras él iba a la batalla. Cuando lo escuchó le pareció increíble que ella prefiriera a un escudero que a un príncipe, pero en cuanto los vio juntos se percató de cómo ella sonreía al estar con él. Fue entonces cuando comprendió que una mujer tan sólo necesita estar con quien ama para sentirse la más importante de las reinas.
Éste príncipe se portó como todo un Caballero.
ResponderEliminarSaludos Iván, féliz de despertar encontrándome con un cuento de los tuyos.
Mil gracias como siempre por ser cómplice de este espacio mi estimada Eva.
EliminarMuy buen cuento mañanero... Faltan mas caballeros en este mundo real.... Buen día, Dios lo bendiga
ResponderEliminarIntentemos serlo nosotros mi querido James:)
EliminarHermoso cuento, increíble como solo basta con encontrar al amor y no a un príncipe eres genial @ivanmarinsoyyo
ResponderEliminarMil gracias Johana.
EliminarWiiii lectura nuevamente, ya me hacía falta tu post, que bello cuento con moraleja muy cierta , una mujer enamorada es la más feliz al lado de quien ama, gracias por compartirnos tus textos y no pierdo mi esperanza de los poemas 😉🤗 Abrazo y bendiciones mi querido Iván
ResponderEliminarJeje, eso Mafe, no pierdas la fe y así en algún momento me la impregnas.
EliminarCómo siempre un buen texto con excelente moraleja ....en todo lo que haces se nota el corazón que le pones..... Gracias por el contenido que públicas😚
ResponderEliminarIvan me hizo sentir como la princesa y tú me escudero.Gracias me llego al ❤
ResponderEliminar👏👏👏👏 👌👌👌👌
ResponderEliminarCómo siempre una excelente, bella y perfecta lectura, el mundo necesita más príncipes, más lacayos y princesas que siempre deseemos ser reinas ♥️
ResponderEliminarAmen! Necesitamos más de ambos!!
EliminarQue buen aprendizaje en tu cuento. En el corazón no manda nadie .no necesitan las mujeres los reinos sino sentirse reina. Excelente 👌
ResponderEliminar