(CUENTO)
Aquel hombre con aspiraciones de
escritor se sentó frente a su computador. La idea fija en su mente era muy
clara: escribir el mejor cuento de todos.
Un cuento digno de ser llamado así debía contener elementos muy especiales. Primero que todo, plantear una trama sin igual, una tan poderosa y contundente que tan sólo referirse a ella despertara en cualquier lector las devoradoras ansias de consumir la totalidad de líneas en su contenido.
La narrativa era otro de los retos a superar. La historia de la literatura está llena de brillantes narradores cuya forma de describir los hechos convirtió historias simples en obras de arte. No sería sencillo superar el genio de aquellas plumas, pero debía ser muy cuidadoso de no caer en trampas fáciles como la retórica incongruente o innecesaria, o peor aún, el lenguaje falsamente pomposo que resultara empalagoso.
Y estaba por supuesto el final, ese punto exacto al que deben conducirnos todas las rutas del relato, ese lugar oculto en la inmensidad del bosque al que pretendemos llevar a los perdidos sin saber hacia dónde son conducidos, esa extremidad de la criatura mítica a la que se da vida en un escrito y que nos golpea con los sentimientos de sorpresa y asombro. El final, ese tan complicado principio.
La angustia del novel escritor radicaba no en la carencia de ideas, sino en la ausencia de una superior a todas ellas. Por su mente cruzaban legiones enteras de seductoras historias y cada una coqueteaba con la necesidad de hacerse impresa en la hasta entonces hoja en blanco. Era un profundo océano habitado por protagonistas de relatos aún no escritos, y él, deseaba sumergirse en esas borrascosas aguas, bien para conocer a una sirena que fuese la respuesta a su disyuntiva, o para ahogarse sin remedio en ellas.
¿Cómo hacer destacar una historia a punto tal de escribirla no sólo en el papel sino también en el recuerdo eterno de quienes la lean? ¿Cómo hacer para desprenderse del rotulo que habría de calificarle como un mero intento de lograrlo? ¿Cómo hacer para no convertirlo en uno más sin tampoco hacerlo en uno menos? ¿Cómo hacer para escribir algo que no sea la compañía efímera de un rato de ocio ni la curiosidad saciada de un llamativo título? ¿Cómo hacer para cambiar el mundo a partir de un cuento?
Transcurrieron todas las horas necesarias para ser sumadas en varios días, hasta que finalmente aquel hombre comprendió el sin sentido de su imposible empresa, no por utópica, sino por desenfocada. Un cuento no necesita ser el mejor de todos y mucho menos cambiar al mundo, basta con que en el proceso cambie al autor del mismo. Así lo entendió nuestro escritor, entonces escribió ésta última línea y apagó el computador.
¡Excelente!
ResponderEliminarGracias por este espacio, Iván, este cuento es inspirador, siempre me han dicho y reconozco que tengo cierta habilidad para escribir, pero sencillamente me he limitado o no lo he intentado.
Pues mi estimado Manuel, que sea el momento de dar rienda suelta a tu talento. Quién quita y nos des una sorpresa maravillosa, o aún mejor, te la des a ti mismo.
EliminarMe gusto, muy buen escrito, de aqui en adelante te seguiré aqui tambien. Gracias Ivan!
ResponderEliminarMuchas gracias, bienvenido, ¿o bienvenida? Suscríbete para poder identificarte en tus comentarios.
EliminarMe encantó éxitos Iván, talentoso en todo lo qué haces!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Fer por ese amable concepto, me alegra contar con tu apoyo.
EliminarSuper. Lo lograste.
ResponderEliminar...plantear una trama sin igual, una tan poderosa y contundente que tan sólo referirse a ella despertara en cualquier lector las devoradoras ansias de consumir la totalidad de líneas en su contenido.
:) :)
EliminarGenial, eres un gran comediante y ahora estoy conociendo tu etapa de escritor, gracias por compartir tus pensamientos y espero poder seguirlos leyendo.
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra mucho que te guste esta otra faceta mía. Te invito a suscribirte al blog para poder identificarte cuando comentes.
EliminarMe encantó lo leí con mi hijo gracias por este aporte
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para ambos. Espero que me visiten seguido porque estaré subiendo contenido más constantemente.
EliminarMe encantó Iván! Y me encantó aún más el saber que tienes un blog! 👏👏👏
ResponderEliminarMe encantó! No conocía tu faceta de escritor y estrés excelente!!
ResponderEliminarEres *
EliminarMil gracias Zugey, me alegra que disfrutes esta otra cara de mi ser.
EliminarEscribir es una de las mejores terapias mentales y emocionales que podemos tener, y como dices el cuento no necesita ser el mejor, si no el que ayude a crecer y comprender a su autor, el vasto potencial que en su interior habita, abrazos y bendiciones para ti y tu familia hermosa 😍🥰
ResponderEliminarExcelente, eres un gran comediante, orador y escritor, éxitos siempre 👏🙏
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!!
EliminarMe gusta mucho tu contenido Ivan, muchas gracias por ser un modelo a seguir para mí te admiro un montón.
ResponderEliminarAtt: alguno de esos fieles 4 gatos que te siguen con mucho cariño
Ayyy mil gracias Leidi, me alegra ver también aquí a mis 4 gatos.
EliminarGracias por regalarnos estos escritos.
ResponderEliminarGracias a ustedes por leerlos, eso hace que valga la pena escribirlos.
EliminarNo se puede pretender ser el mejor en todo, lo importante es que hagamos lo mejor en lo que hacemos, gracias por compartir
ResponderEliminarAsí es, a veces nos imponemos nosotros mismos esa carga absurda.
EliminarGracias Iván, buen rollo. Nos vemos por aquí, grata sorpresa.
ResponderEliminarMil gracias, aquí siempre bienvenidos para conectarnos con esta otra faceta de este servidor.
EliminarNunca se me hacen largos o aburridos tus escritos Iván, muchas gracias por compartir. Un abrazo
ResponderEliminarQué bonito leer algo así, eso me motiva mucho a seguir escribiendo estimado Juanfe.
EliminarHumor, valentía e inteligencia suelen ir de la mano. Qué gusto conocer esta faceta nueva para mi. Felicitaciones y gracias por compartir Iván.
ResponderEliminarMe cae como anillo al dedo este cuento, porque así me siento con ganas de retomar mi hábito de escritura, pero en la total confusión de por dónde empezar.
ResponderEliminarWow! QUE TALENTO SEÑOR IVÁN MARÍN
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