(CUENTO)
¿Cuánto tiempo ha
durado este encierro? La verdad lo ignoro, hace rato dejé de llevar la cuenta
de los días. Qué sentido tiene hacerlo si los viernes se disfrazan de
miércoles, los lunes se ponen pijamas y sudaderas propias de los domingos; los
días en general son un batido que se vierte en la licuadora del tiempo, una que
irónicamente gira a velocidad tan lenta que termina mezclándolos hasta
confundirlos.
Es increíble descubrir
cómo puedes extrañar cosas que antes ni advertías, o lo que es peor, incluso despreciabas.
Hoy mi piel extraña el sol del que tantas veces renegué por sentir que me había
quemado, extraño incluso el hecho de alzar la vista al cielo y verlo nublado. Extraño,
por más increíble que suene, los tumultos del transporte público y el tráfico
que dificultaba llegar a nuestro destino en las horas pico.
Recuerdo con vergüenza
las tantas ocasiones en que algún vecino o compañero del trabajo me saludaban
con un abrazo y yo incomodo por el gesto me limitaba a imitarlos con desgano.
Cuando todo esto pase juro que saludaré a los demás expresando de manera física
mi afecto. ¿Por qué a veces el ser humano necesita ser privado de algo para
valorarlo?
Algunas personas lidian
con el encierro mejor que otras, quisiera creer que me cuento entre quienes
saben manejarlo, pero empieza a preocuparme este punto en que ya los
pensamientos se reiteran una y otra vez en un bucle que pareciera no tener nada
más por ofrecer. Alguna vez leí que tan solo basta un mal día para ser arrojado
a la locura, pero jamás mencionaron cuántos malos días puede soportar quien se
rehúsa a caer en brazos de ella. Cada amanecer me llega con el temor de que tal
sea en el que por fin sucumba, pero 72 horas después, que es el tiempo que
parecen durar ahora los días, me duermo con la promesa de seguir postergando el
adiós a la cordura.
Tan solo una vez desde
que estoy aquí sentí que realmente podría enloquecer. Fue esta mañana, cuando
José, como se hace llamar el hombre de la capucha que me trae la comida, me
contó que allá afuera está ocurriendo algo que nadie habría imaginado. Se
desató una pandemia que tiene a todos en cuarentena, según me cuenta cerraron
los colegios, centros comerciales, teatros, incluso el aeropuerto, todos afuera
comparten de alguna manera este encierro. Casi enloquezco de pensar que el
mundo allí afuera puede estar acercándose a su fin y yo me lo perdería por
estar aquí, víctima de un secuestro.
Buenisimo
ResponderEliminarMil gracias Majo.
EliminarMuy entretenido,veo está historia para las futuras generaciones,que lo verán como algo que conmosiono al mundo y lo cambio como la segunda guerra mundial o el hombre llegando a la luna
ResponderEliminarEn efecto, será algo que se recuerde en la historia.
Eliminar¡Wow!
ResponderEliminarWooooow el final me encanta...este blog ha sido mi compañero en mis noches de insomnio... Gracias, me gusta mucho tu forma de escribir y los finales impredecibles son los mejores.
ResponderEliminarMuy cierto !!!! Ojalá este tiempo nos sirva para valorar cada instante, cada palabra , cada acción y lo más importante la bendición de poder contar con tantas cosas y personas bonitas que rodean nuestras vidas.
ResponderEliminarAmén!!! Un fuerte abrazo.
EliminarAlgo que me ha agradado bastante de este encierro es la recuperación del medio ambiente. En las madrugadas últimamente escucho No sé si patos garzas no he podido verlos, al parecer migrando a otra zona del planeta.
ResponderEliminarprefiero eso al latoso ladrido de los innumerables perros que hay en el conjunto.
ATT tu gata #9
cuando entre al blog dije pq no lo vi antes y me puse feliz y empeze a leer y me encanto esa reflexion y si a mi tambien me hace falta el colegio mis amigos y el simple hecho de ir a la tienda me pone feliz y es tan raro pq antes hasta renegaba por ir y ahora me encanta ir (claro q con todas las precauciones.
ResponderEliminarATT: Ana Maria Bustos Palencia
sabe en que parte quede en shock fue el final es que yo decia asi una reflexion y todo qu ebonita pero cuando dice me voy a perder todo esto por estarsecuestrado dije ooooowwww hay exploto todo dentro de mi.
ResponderEliminarATT: Ana Maria Bustos Palencia
estoy suscrita desde el 1 dia que entre y ningun comentario sale con mi nombre
Cómo así Ana Maria? Muy raro, ¡será que quedó algo mal en tu suscripción? Por fa verificalo, porque sí me encantaría saber que eres tú cuando comentes.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar"Alguna vez leí que tan solo basta un mal día para ser arrojado a la locura, pero jamás mencionaron cuántos malos días puede soportar quien se rehúsa a caer en brazos de ella"😏🌷
ResponderEliminar:):)
EliminarTus finales impredecibles son lo mejor 👏👏👏👏
ResponderEliminarMe alegra que te gusten!
EliminarLe diste un vuelco total a la trama eso es lo que me emociona cuando leo algo en tu blog estupendo 🤗
ResponderEliminaruna pregunta y espero que me la responda pronto voy hacer chulito, quería preguntar si este texto y el de donoso los consideras un monologo. Agradecería que me respodieras
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