lunes, 31 de julio de 2017

EL DILEMA DE LAS CAJAS

                                                      (ENSAYO)


Siempre se ha dicho que DC y Marvel son los bandos que dividen al universo geek, puede ser, pero el mundo de los coleccionistas tiene otra división: los que sacan sus artículos de la caja, y los que no. Orgullosamente pertenezco a los primeros y me desconciertan los segundos. Aunque en teoría nos gusta lo mismo, en la práctica resulta muy distinto. Lo pondré de esta forma: a ambos nos fascina el sexo, pero unos lo practicamos a nivel físico, otros lo prefieren telefónico.

Tengo amigos dueños de enormes colecciones, fue esta afición la que nos unió; pero un considerable número de ellos conserva sus piezas en las cajas, es esta característica la que nos separa. Cuando voy a sus casas y veo todos esos juguetes de la misma forma que lucían en la tienda, me siento entrando a un local de San Andresito, todo parece intacto para la venta, incluso ellos mismos se ufanan con el argumento: “Si lo sacas de la caja pierde su valor”. Yo los saco de sus cajas porque me importa un carajo cuánto queden costando una vez los haya destapado, una colección personal es algo que no debería ser considerado por su valor su futuro, para eso mejor invirtamos en finca raíz. Que alguien compre un apartamento pensando en cuánto le ganará al cabo de unos años, es un negocio. Si aplicas la misma filosofía a tus cómics, estatuas, figuras de acción, etc, eres un inversionista, no un coleccionista. De mi colección tan sólo me preocupa el qué será de ella después de mí, ¿y cómo enfrento dicha preocupación?, convirtiendo dichas posesiones en herencia verdadera, haciéndolas para mis hijos algo valioso, no por su precio, sino por las mismas razones que lo son para su padre.

Amo el olor de un juguete cuando se destapa, amo sentirlo, apreciar sus detalles, sostenerlo en mis manos, darle vida acomodándolo en posiciones imponentes o divertidas, tomarles fotos y crearles un álbum, divertirme con ellos no solo al momento de adquirirlos. Odio verlos en esa rígida posición eterna donde parecen un dibujo para clases de anatomía humana. La caja es una tumba, y como tal, al estar en ella, descansan en paz, destaparlos es hacer que se levanten de entre los muertos y sean eternos de acuerdo a cómo los cuidemos. Tener una figura de acción y no sacarla de su caja es tener un automóvil lujoso y nunca conducirlo, es comprar un libro y jamás leerlo, es tener una novia hermosa y nunca desnudarla… Es tenerla como Nacho Vidal y sólo usarla para orinar… Ok, esta última comparación no aplica, pero fue divertida.

Yo veo a los juguetes como me los mostró Toy Story. Me gusta soñar con que a media noche, cuando nadie las ve, todas mis figuras descienden de las repisas en que reposan, y juegan, y son felices. Un juguete en una caja está condenado a un eterno encierro, son juguetes tristes, son el niño que castigado en casa se limitaba a ver desde su ventana cómo los demás jugaban. El juguete en la tienda es la mascota en espera de una familia que la adopte, cuando alguien lo compra, el juguete sonríe, halló un hogar, o eso cree, porque llega a la nueva casa, pero su vida no cambia en nada, seguirá encadenado a una caja.

Los coleccionistas, todos, sufrimos el pecado de la avaricia, siempre queremos más, jamás tendremos esa figura que nos haga decir: “Ya no compro más, esta es la definitiva”. Pero tener cosas en caja, por más bellas y geeks que sean, tarde o temprano te llevarán protagonizar un capítulo del programa “Acumuladores compulsivos”. Quienes sí las destapamos, contamos con mayor espacio, la gente puede llegar, acercarse a los juguetes y contemplarlos, es un museo lo que estamos creando.

Por supuesto no pretendo cambiar la mentalidad de los Toy Box Boys, siempre nos miraremos desde distinta orilla, lo importante es disfrutar el sonido que arrastra el río. A los dos nos gusta el fútbol, pero a cada quien distinto equipo, lo importante es gozar el partido y salir abrazados del estadio hayamos ganado o perdido. Por eso mi más preciada colección sigue siendo la de amigos, los colecciono de todo tipo; tengo los que piensan como yo, y tengo los que piensan distinto, me divierto igual con ambos, aunque en casa de algunos me sienta como en local de San Andresito.



Escrito para la Revista Mall Pocket, edición 44.


jueves, 18 de mayo de 2017

EL RETO DEL DELFÍN ROSADO

                                                          (HUMOR)



Si usted vive tan despistado que no ha escuchado las noticias sobre “El reto de la ballena azul”, le resumo: Un culicagado ruso al que sus papás no le dieron suficiente correa, se inventó un jueguito que increíblemente se popularizó entre algunos jóvenes alrededor del mundo. Pero no estamos hablando de los juegos que se popularizaban en mi época, el yoyo, el balero, las canicas, la pirinola; No, aquí el administrador de un grupo en Facebook lanza una serie de 50 pruebas, las primeras pueden ser comerse un chile picante sin tomar agua, o echarse limón en los ojos. Hasta ahí, normal, estúpido, pero normal, nada que no hagan los youtubers en busca de likes. Pero los retos empiezan a aumentar su dificultad hasta arriesgar la integridad física de sus jugadores: pararse al borde de un puente haciendo equilibrio en un pie, quedarse quieto en la mitad de una avenida transitada, y la prueba final, atentar contra su propia vida.

Si un degeneradito ruso fue capaz de hacer que tantos buenos chicos se quitaran la vida, me dije, “¿Por qué no intento yo popularizar un juego que les haga amarla?” Según tengo entendido, él bautizó a su reto la ballena azul porque dichos mamíferos se acercan a las costas a morir por decisión propia, pues yo bautizaré al mío “El reto del Delfín Rosado”. ¿Por qué? Porque es un animal en vía de extinción, y estoy seguro de que si entrevistáramos a un Delfín Rosado, él diría: “Pues a pesar de mi color, la verdad es que lo último que quiero es morirme”.

Mis 50 pruebas son tan oscuras que bien podrían llamarse 50 sombras de Marín, pero sé que no se virilizarán como las pruebas suicidas porque las cosas malas suelen esparcirse con mayor eficacia, allí está el ejemplo del reggaetón. Pero escribo esto con la ilusión de que un simple texto tenga la capacidad de distraerlos y hacerles pensar, “Este texto es tan tonto como mi idea de matarme. Mejor voy a salir a vivir la vida y buscar morirme, pero de la risa”.

BIENVENIDOS AL RETO DEL DELFÍN ROSADO

1.    Explica qué quiso decir Ricardo Arjona con la frase: “Dame tus dudas para hacerme una pulsera” … Lo sé, está muy difícil para ser apenas la primera, pero puedes irlo resolviendo por los laditos mientras completas las otras pruebas.
2.    Pasa por lo menos 15 días sin tomarte una selfie. (Si eres mujer se vale una semana, sabemos que para ustedes equivale a una eternidad).
3.    Debes ver un capítulo entero de La Rosa de Guadalupe… Sin reírte.
4.    Encuentra un mimo de parque e imítalo tú a él hasta que se empute y lo hagas hablar.
5.    Entra a una clase de zumba e intenta salir con tu dignidad intacta.
6.    Organiza un grupo autoayuda para todas las personas que jamás lograron superar el final de Lost. Allá nos vemos.
7.    Intenta enseñarle a expresarse a “Epa Colombia” … Tranquilo, dijimos intentar, no esperamos un milagro.
8.    Vaticina cuál será el próximo vaticinio de Los Simpson.
9.    Llega vestid@ como Lady Gaga a una reunión familiar y graba los comentarios que hagan las tías.
10. Ve “El olor de la papaya verde” sin bostezar ni una sola vez. Te lo juro, hay una película que se llama así. Eso sí, no sé si se consigue en una tienda de DVDs o en una plaza de mercado.
11. Asiste a la reunión de un negocio multinivel y diles que no crees poder llegar a “Esmeralda”, pero que desde siempre te han considerado toda una joyita.
12. Convence a un testigo de Jehová de salir a tomarse unas polas.
13. Párate una noche a la entrada de un motel, y a todo el que vaya entrando grítale “¡Sonríe!”, y cuando hagan cara de no entender, tómales la foto.
14. Detecta a alguien que arroje basura a la calle, recógela, síguelo hasta su casa, y vuélvesela a tirar frente a su puerta por cochino.
15. Haz lo mismo de la basura en el punto anterior, pero con la plasta de mierda del que no recoja lo que hace su perrito.
16. Dale un calvazo al que diga que no ve “The Walking Dead” con el argumento de que no le gustan las historias de zombies.
17. Ve a una orgía y escóndele la ropa a todo el mundo.
18. Ve a un juego de golf, y cuando el tipo vaya a golpear la bola grita “¡Gooool!”.
19. Entra desnud@ a una tienda, con cara de preocupación pregunta qué año es, y después di que te urge encontrar a Sarah Connors.
20. Si no entendiste el anterior punto, busca un amigo geek que te lo explique.
21. Sigue las instrucciones de un programa de cocina e intenta que la comida te quede igual que a la del chef.
22. Lee la palabra “Despacito”, e intenta no meterle el ritmo de la canción de Fonsi.
23. Aprende a bailar el Rastastas como la gordita del video.
24. Organiza en el estadio las primeras barras no bravas… Que insulten con decencia con expresiones como: “Oh, señor referí, su decisión errada nos hace considerarlo momentáneamente como un hijo de mujer que brinda servicio sexual”.
25. No olvides el reto de la frase de la canción de Arjona.
26. Mira un vídeo de Maluma sin hacer ningún comentario sarcástico. Si eres mujer, mira un video de Maluma sin morderte los labios.
27. Acércate a la lavadora e intenta adivinar cómo funciona esa vaina.
28. Sal a coger un taxi en plena hora pico. ¡Ojo!, llamar Uber no cuenta, debe ser taxi, por eso se llama reto.
29. Emprende la aventura de ir a un lugar misterioso que los mayores llaman “Biblioteca”, y ya entrados en gastos, entra en contacto con esos extraños objetos a los que les dicen “Libros”.
30. Así no reserves nada, entra a consultar algún hotel en Trivago, hazlo sólo para ver si algún día dejan de pasar ese comercial tan desesperante.
31. Intenta adivinar cuál es la verdadera profesión de Condorito.
32. Busca una utilidad aplicable en la vida real al hecho de saber factorizar. No se vale decir que sirve para escribir otro Algebra de Baldor.
33. Dale a tu cuerpo alegría Macarena, que tu cuerpo es pa´ darle alegra y cosa buena.
34. Busca una sola canción de reggaetón en la que no pronuncien el nombre del artista que la interpreta.
35.  Atrévete a soñar con un mundo mejor… Aunque sea Pandora, el mundo de Avatar.
36. Entra a Youtube y resiste la tentación de terminar viendo el vídeo casero de un bebé, o un gato… O aún peor, de un bebé gato.
37. Planta un árbol… ¿Demasiado sencillo, cierto?... Precisamente por eso todos deberíamos hacerlo sin necesidad de un reto.
38. Ve a Venezuela, disfrázate de vaca y espera a que Nicolás Maduro te ofrezca el cargo de diputada, acepta el trabajo, hazte su mejor amiga y destruye esa dictadura desde adentro. Suena descabellado el plan, pero estamos hablando de Maduro, todo es posible.
39. Ten presente el cumpleaños de un amigo sin que deba ser el Facebook quien te lo recuerde.
40. Comparte de nuevo con tu familia. Juega con ellos un juego de mesa. No se vale sentarse en la mesa a jugar con la Tablet.
41. Llama algún viejo conocido al que le hayas quedado debiendo dinero. Dile que aún no vas a pagarle, pero que lo has pensado mucho.
42. Vuélvete hincha de un equipo de fútbol de Bolivia. ¿Por qué no? Tampoco somos españoles y decimos que somos de Barcelona o del Real.
43. Adopta un perro de la calle, luego pasa con él frente a un restaurante chino y dile: “Mira de lo que te salvé”.
44. Se dice que todos tenemos un doble en el mundo… Busca al tuyo… Y elimínalo, porque como tú no hay dos.
45. Busca la forma de ver “El Oasis”, telenovela que protagonizó Shakira en los 90s. Te devolverá la fe porque ahí verás cuánto puede cambiar la gente.
46. Compra un boleto de lotería y regálaselo a un mendigo. Sin miedo. ¿O crees que él tiene más suerte que tú?
47. Paga seis meses de inscripción a un gimnasio e intenta ir, por lo menos a hacerle la charla al entrenador.
48. Canta a todo pulmón una canción de los Backstreet Boys… Y si no sabes quienes son los Backstreet Boys, será mejor que reconsideres el reto de la ballena azul.
49. En este punto, admite que ya no pudiste, escríbele a Ricardo Arjona y pídele que te explique qué quiso decir con: “Dame tus dudas para hacerme una pulsera”.

50. Asiste a un show de Iván Marín sin pedir cortesías, ríe a carcajadas, y al final de la función párate y grita: “¡Acabo de ganar el reto del delfín rosado!”

jueves, 30 de marzo de 2017

SUEÑOS CÍCLICOS

                                                    (CUENTO)


Estaban a punto de besarse, pero justo cuando sus labios se encontraban, él despertó para descubrirse solo en su cama. Sus lágrimas fluyeron mientras se sentía miserable por la forma en que sus sueños lograban confundirlo, haciéndole creerse feliz tan sólo para despertarse luego y descubrir la realidad de su pesadilla.

Y entonces tomó la foto que de ella conservaba junto a su cama, durante unos minutos se quedó mirándola y pensó, quizá no pueda besar ni su cuerpo ni su alma, pero besaré su imagen que para mí es sagrada, dirigió sus labios hacía el retrato y justo cuando iba a depositar allí su suave beso, ocurrió que ella despertó sola en su cama, sintiéndose triste al descubrir que tan sólo era un sueño el que su hombre amado la extrañaba.

Entonces tomó las cartas que de él conservaba, y de nuevo repasó con sus ojos aquellas palabras. No entendía por qué lo hacía si ya su memoria se sabía a la perfección aquellas líneas, no obstante las leía para recordar la época en que él le prometía que por siempre la amaría, y como ocurría cada vez cuando lo hacía, fue habitada por el llanto, una lagrima descendía por su mejilla e iba a caer directamente sobre aquel papel lleno de versos, pero justo antes de tocarlo, él despertó para descubrirse solo en su cama. Sus lágrimas fluyeron mientras se sentía miserable por la forma en que sus sueños lograban confundirlo, haciéndole creerse feliz tan sólo para despertarse luego y descubrir la realidad de su pesadilla. Y entonces tomó la foto que de ella conservaba junto a su cama…




jueves, 2 de marzo de 2017

LOGAN, SU NOMBRE LO DICE TODO

                                                       (OPINIÓN CINEMATOGRÁFICA)


Cada nuevo anuncio de una próxima película de superhéroes suscita expectativas mundiales que suelen verse reflejadas en taquillas millonarias, pero no pocas veces sus cifras de asistencia van en contra vía de la calidad de la cinta. Logan, es uno de esos escasos puntos de encuentro en que pueden darse cita y salir felices fanáticos y críticos. Ver Logan es estar en la tierra prometida, esa que buscamos geeks y cinéfilos por igual, esa en que una película de acción y fantasía puede ser también un drama profundo y desgarrador. Logan es la expiación de cualquier pecado que le pudiera anteceder.

Estamos ante algo más grande que el cierre de una trilogía, es el fin de una era. Han pasado 17 años desde cuando viéramos a Hugh Jackman lucir por primera vez el peinado y barba de James Howlett, más conocido como Wolverine. Desde aquella vez no ha dejado de aparecer, aunque sea con un cameo, en todas las películas del universo de los X-Men. Con Logan, sus garras se retraen para siempre. Es un adiós que duele, pero que también se agradece, porque al igual que tras la partida de un amigo, nos quedamos con los momentos que compartimos, y en estas dos horas finales, nos obsequia varios de los más hermosos.

La historia se sitúa en el futuro, año 2029, un Logan viejo y cansado lleva a cuestas el sufrimiento de tragedias que se nos irán revelando para admirar la forma en que él las ha enfrentado. Veremos en este hombre que cojea cómo incluso al más poderoso de los mutantes el paso del tiempo lo aqueja, los años, ni siquiera con un inmortal tienen clemencia. Y es en esta entre comillas vulnerabilidad, en donde encontramos lo más valioso del personaje. Perdonen si con mi siguiente afirmación parezco perder toda objetividad, posiblemente sea así, pero me es imposible no expresar que la actuación de Hugh Jackman me indispone con la industria cinematográfica que jamás tomará un rol de estos como digno de un premio, y quizá en efecto jamás un personaje lo haya merecido antes, pero la actuación del australiano se merece un reconocimiento porque es tan sólida como el adamantium.

Acompañan a Jackman las actuaciones del siempre preciso Patrick Stewart, como un Charles Xavier no menos atormentado que el mismo protagonista; y la revelación de revelaciones, Dafne Keen, una niña que da catedra de actuación como Laura Kinney, una nueva mutante que expresa todo valiéndose tan sólo de gestos y miradas, a un nivel tal que casi le estorban las palabras. Y permítanme citar la música como otro personaje más, una banda sonora que desde el tráiler con la canción Hurt de Jhonny Cash, nos indicaba que Logan es sinónimo de dolor.

El guion, logra lo que no veíamos en este género desde la trilogía de Christopher Nolan: hacernos creer que todo cuanto estamos viendo puede ser real. La crudeza de su trama se aleja de los artificios Hollywoodenses para recordarnos que el cine no requiere deslumbrantes efectos especiales para ser fantástico. Y el tratamiento de las escenas, violencia sin sutilezas que le hizo merecedora de su clasificación para no toda la familia, evoca el cine de Tarantino, sangre explicita no gratuita que el cine de superhéroes requería. Deadpool y Logan demostraron que la oscuridad de los cómics puede iluminar la pantalla, ¿Optarán otra cintas por seguir este camino? Solo el tiempo lo dirá. Lo único cierto es que después de este casi Western sobre la importancia de la familia, veremos de nuevo las primeras cintas de mutantes y pensaremos en las palabras que bien dice Logan a Xavier: “Charles, el mundo ya no es como antes”.


miércoles, 22 de febrero de 2017

TODO LO QUE TU MÉDICO TE DIRÍA, SI FUERA MÉDICO

                                                        (HUMOR)


Hace un par de años el país se conmocionó con la insólita historia de Camilo Herrera, un hombre que, sin ser médico titulado, ejerció durante 10 años como psiquiatra en la unidad de Medicina legal. Imagínense, un tipo sin conocimientos clínicos emitiendo juicios en casos de asesinato, las conversaciones con él eran así: “La víctima falleció por una contusión cerebral”, “Pero doctor, la víctima está viva”, “¡Falleció he dicho!” Fue ahí cuando pensé lo que millones de compatriotas pensamos ante noticias así: “Eso solo pasa en Colombia”.

Pero esta semana se hizo pública la noticia de una clínica en Estados Unidos que durante años emitió falsos diagnósticos de Alzheimer. Imagínense, decenas de pacientes jurando que perderían el uso de sus facultades mentales, algunos considerando incluso el suicidio, cambiando sus formar de vivir la vida cuando en realidad sólo debían cambiar de clínica. Ahí pensé, si le pasa hasta los gringos, nos llevó el putas.

Preocupado empecé a sospechar de todos los médicos que he visto desde entonces. ”Mucho gusto señor Marín, yo soy el ginecólogo de su esposa”, ”¿Ah sí?, ¡Demuéstrelo!”. Algunos me miran mal, otros consiguen despejar mis dudas y hacerme sentir tranquilo. Esta paranoia me ha dejado un interesante cuestionario clínico que quiero heredar a ustedes. Elijan preguntas de acuerdo al especialista que visiten, formúlenselas desprevenidamente a quemarropa, y de su habilidad para responder, podrán deducir si se trata de un galeno respetable, o de otro impostor como los de las citadas noticias.

¿La esterilidad puede ser hereditaria?

¿Se arruina la geometría corporal si uno tiene curvo el recto?

¿Las personas con pie de atleta tienen una pecueca olímpica?

¿Qué ocurre si a quien se le aplican electroshocks no les sigue la corriente?

¿Para aprender sobre el líquido seminal, hay quién dicte un “seminalio”?

¿Una mujer con un periodo irregular, debe repetir el periodo?

¿Es cierto que el único cáncer que no tiene contras sino pros, es el de Prós-tata?


¿Verdad que lo mejor para le vena varice es usar medias que combinen con su color?

¿Alguien que pierde un testículo, clínicamente es conocido como un medio güevon?

¿Si en el oído hay un hueso llamado martillo, por eso hay quienes cantan como recibiendo martillazos?

¿Si alguien está deprimido, los médicos lo reaniman?

¿Qué pasa si un oftalmólogo tiene una familia por la que no ve?

¿Cuándo a una enfermera le ordenan traer el resucitador, cómo hace para encontrar a Jesús?

¿Por qué quiénes realizan tactos réctales tienen tan poco tacto?

¿Alguna vez han determinado el ritmo cardiaco del Sagrado Corazón?

¿Si yo tengo una muy buena columna, es posible que me la publiquen en algún periódico?

¿Cuando están haciendo una cirugía de Cerebro, qué hacen con Pinky?

¿Si un niño le saca la lengua a otro, con qué se la vuelven a pegar?

¿Si una enfermedad no tiene cura, lo mejor es irse buscándose un Cura?

¿Si los espermatozoides están en la esperma, una mujer puede embarazarse de una vela?

¿Un libro de anatomía es mediocre si no trae apéndice?

¿Por qué para los niños que son demasiado inquietos en consulta no se inventan un “Estesequietoscopio”?

¿Si mi computador no tiene antivirus, puede contraer hepatitis?

¿Si uno queda en estado vegetal, está bien que le echen abono?

¿Si se me va la mano tomando tranquilizantes debería sentirme intranquilo?

¿Si absolutamente todos tenemos fosas nasales por qué no las llamamos fosas comunes?

¿Una mujer muy ardiente, en las piernas tiene tibia, o caliente?

¿Alguien de nula belleza física puede no tener vello, sino feo púbico?

¿Si una niña juega a hacerle curaciones a una Barbie, puede considerarse cirugía plástica?

¿Si a ciertos jugadores de fútbol les extirpan las glándulas sudoríparas dejarían de ser unas chuchas?

¿Si ambos sexos tenemos el hueso llamado radio, por qué solo los hombres tenemos la antena?

¿Si me quiebro una muñeca, dejo viudo al Ken?

¿Los glúteos son un músculo, o sólo un culo?

¿Si cáncer es mortal, corren más riesgo los nacidos entre el 22 de junio y el 23 de julio?

¿Un curso prenatal es para aprender a sacarle la nata a la leche?

¿La masturbación frecuente es nociva para la salud, y en caso de serlo, serviría de algo si cambio de mano?

¿Ojeando una revista pornográfica, el ginecólogo puede saber qué padece la modelo?

¿Cuándo alguien queda en estado vegetal, por sus venas empieza a correrle clorofila?

¿Cuál vendría siendo la primavera de la flora intestinal?

¿Es cierto que un ciego no ve las consecuencias de lo que hace?

¿A los médicos no les preocupa que su profesión expire si la gente empieza a aplicar aquello de: el tiempo lo cura todo?

¿Si el monstruo Pie Grande sufriera afecciones cardiacas, le pondrían un marcapasos o un marcapasotes?


¿Cuándo detectan una enfermedad venérea le dicen al paciente: “ésta es mucha gonorrea”?

martes, 14 de febrero de 2017

TE LO DIRÉ A LA CARA

                                            (ROMÁNTICO)


Amor, he abierto los ojos y hoy te desenmascaro como lo que eres, el rey del engaño. Te vendes bien vendido, por eso irrumpes en nuestras vidas como un intento fallido. En el cine y la poesía nos ofreces la mejor versión de ti, pero eres un producto de tele ventas, ofreces algo que deslumbra, la supuesta solución a un problema del que ni si quiera sabíamos, y luego de adquirido, no es cierto que a falta de satisfacción nuestro dinero tenga devolución. 

Hoy contaré tu verdad, y lo haré diciéndotela a la cara, sin miedo a que me robes cuanto de ti creo que tengo. Diré que el amor luce hermoso en versos porque los poetas son cirujanos estéticos que corrigen sus defectos, mejoran su apariencia mientras conserva la inseguridad que lleva dentro. El amor no lo inventaron los bardos, decoraron sus faenas como hacían con los relatos de batallas los escribanos. El Amor en libros se ve posible, luce tan real y tangible como esas páginas que sentimos al tacto, pero las palabras que lo describen son un disfraz, al cerrar el libro queda expuesta su faz real, recordamos la ficción de lo recién leído. 


Y diré con mayor vehemencia que el amor no es como en las películas, el único amor real en cine es el de la pareja que sigue yendo junta a verlo después de tantos años. El amor no lo vivirán subiendo al crucero más grande del mundo, o cuando él regrese del más allá para hablarle a través de una médium, tampoco lo hallarán mientras él rejuvenece envejeciendo, o en la casa que construya para leerle cuando su memoria se esté desvaneciendo. Esas son historias necesarias para seguir creyendo, pero son la perdición si se toman muy en serio. El amor lo vivirán cuando tengan gripa, solo allí en la realidad de los besos que se dan entre estornudos. El amor habita en la taza de café que se llevan al trabajar en casa, en la bolsa de basura que él saca a petición de ella y la ropa que ella dobla para cuidado de él. El amor pasa de boca a boca en las cucharadas que comparten en el restaurante. El amor grita en el silencio que procuran hacer para no despertarle mientras duerme, y el amor está allí en la cama, cuando el sexo falla porque alguno se quedó en el intento. El amor se ve, aunque no lo crean, cuando quieran matarse uno al otro y descubran que no pueden hacerlo. El amor no se vive como se escriben los guiones del Oscar; el amor se vive, renglón a renglón, sin aspavientos, como se escriben las cosas más sencillas, como te escribí este fragmento, Amor, antes de ir a dormir feliz en brazos de ella, la mujer por la que ya no temo decirte las verdades a la cara.

jueves, 9 de febrero de 2017

BATMAN Y YO, UNA HISTORIA DE AMISTAD

(CUADERNO PERSONAL)


Tras cientos de entrevistas concedidas a lo largo de mi vida artística, quizá la pregunta que con mayor frecuencia me formulan es: “¿Desde cuándo y por qué te gusta tanto Batman?” Si en algún momento han compartido esta inquietud, continúen leyendo, dedicaré las siguientes líneas a contarles una historia de amistad, porque eso es Batman para mí, el mejor amigo imaginario que se pueda haber tenido.

Cuando yo era niño, mi abuelita sumamente sobreprotectora prefería tenerme cerca que corriendo riesgos infundados en cualquier jardín infantil, motivo por el que aprendí a leer en casa. Mi tío Fernando asumió las veces de profesor, y para incentivar mi interés por la lectura decidió llevarme historietas de adivinen qué personaje. Batman irrumpió así en mi vida, como viñetas de las que yo tan solo entendía los dibujos. ¿Por qué ese hombre de traje azul y gris golpeaba a los demás señores? Lo descubriría a los 4 años cuando logré dominar el alfabeto y la forma en que combinado creaba las palabras.

Los cómics siempre fueron algo normal en mi vida, pues mi papá coleccionaba las historias de Tarzán, Kalimán, El Fantasma que camina, entre otros tantos publicados en el periódico por aquellos años, y si bien mi inmersión en la lectura se dio a través de todos ellos, algo convirtió al hombre murciélago en mi favorito por sobre todos los otros, ¿qué fue ese algo?, la televisión. Para esa época empezó a transmitirse en Colombia la serie de Adam West, el popular Batman sesentero con el pegajoso intro musical del nanananananana. Hoy en día sus capítulos nos arrancan risas, pero viajemos al pasado y situémonos en el contexto, para un niño de 5 años significaba tener en frente al superhéroe más grande de todos los tiempos. Era una cita semanal a la que jamás faltaba sin importar lo que ocurriera. Sus golpes acompañados de graciosos efectos de sonido y letras gigantes con silabas como “Zas” y “Pum”, representaban los feroces golpes de artes marciales con los que quisiéramos derrotar a los bravucones del colegio; y sus simpáticos villanos, la primera, aunque ingenua alegoría de cómo el mal jamás puede triunfar sobre el bien.

A medida que fui creciendo y leyendo los cómics cada vez más adultos y oscuros de las nuevas épocas, mi conexión con él alcanzó un nivel superior a la del simple divertimento. Empezó a ocurrirme que así como los fanáticos religiosos interpretan a su acomodo los pasajes de las escrituras, yo hallaba en sus historias algunas reflexiones y analogías perfectamente aplicables a mi vida como señales. Para explicarme mejor, citaré las dos más importantes.

Gracias a Dios no fui un huérfano como Bruce Wayne, pero mis padres me abandonaron cuando era niño, y su ausencia, incluso cuando aparecían esporádicamente, me causaba la sensación de soledad y abandono que experimenta Bruce, así que, al igual que él, decidí convertir la ira y el dolor en algo positivo. Por supuesto mi camino nada tiene que ver con la venganza, pero como el heredero Wayne, opté por mostrar al mundo una cara distinta de la que veía al espejo cuando al llegar a mi habitación, esa austera baticueva, me despojaba de la máscara. Tantas veces lloré y maldije en silencio esperando que la vida me enviara una señal, años después ésta llegaría, no como un murciélago atravesando el cristal de mi ventana, pero sí igual de reveladora, aunque esa es otra historia.

La segunda metáfora viene de la mano con La Liga de la Justicia. Entre sus miembros principales Batman es el único que no cuenta con poderes sobrenaturales, pero dicho por el mismo Superman, es el ser humano más peligroso del planeta Tierra. Con base en disciplina y entrenamiento fue capaz de ponerse al nivel de semidioses; olvidando los limites personales y sin valerse más que de su ingenio, ha salvado en más de una ocasión a los otros superhéroes, quienes estando a su lado olvidan por completo que ese bajo la capucha es tan solo un hombre más. Podrá sonarles demasiado onírico, pero así me veo a mí mismo. En mi profesión trabajo con personas de un talento natural tan excepcional, seres con poderes maravillosos a los que admiro, y la única razón por la que he podido pararme junto a ellos, de igual a igual, es la disciplina que me inculcó, tristemente no un padre con su ejemplo, sino aquella creación Bob Kane y Bill Finger.

Muchos años después el éxito laboral me permitió la bendición de capitalizar mi afición en una colección de cómics, figuras y artefactos del protector de Gótica, pero Dios, quien seguramente me consciente tanto por recomendación de mi abuelita, tenía destinados para mí además de estos objetos, dos vivencias clave que seguramente ya conocen, pero no me canso de repetir con emoción.

La primera: Por recomendación de Comic Con Colombia, en marzo del 2016 Warner Bros Latinoamérica me elige como representante por Colombia para realizar el cubrimiento de la Premiere mundial de Batman vs Superman en Ciudad de México. En la rueda de prensa llegó mi turno para preguntar, y de las 300 interrogantes que tenía por formular al elenco, fui poseído por el más puro espíritu del fanático y envié el protocolo a la mierda, fue así como mi intervención se limitó a preguntar a Ben Affleck si me permitía estrechar su mano para darle las gracias por su representación. El vídeo de dicho momento tuvo un alcance mediático y respectiva viralización en redes que jamás alcancé a sospechar. Algunos periodistas mexicanos me odiaron por mi falta de profesionalismo periodístico, cosa que debatí aclarándoles que no soy periodista sino comediante, por ende, fui demasiado profesional pues hice reír a buena parte de los presentes. Y para terminar de explicar lo ocurrido ese inolvidable 19 de marzo, fecha en que, reafirmando lo antes dicho sobre cómo me consiente Dios, celebro mi cumpleaños, Iván Marín no estaba con el dos veces ganador del Oscar, sino ante él, el mismísimo él, y de nuevo como a los 5 años, tenía en frente al superhéroe más grande de todos los tiempos.

La segunda experiencia, la estoy viviendo ahora, hoy 9 de febrero de 2017 se estrena Lego Batman, película animada en que tras ganar el casting que con mayor ansiedad he presentado, doy voz a mi personaje favorito. Así es, hago el doblaje al español en una versión especial para Colombia y algunos países de la región. Hoy presto mi voz a ese amigo que durante tantos años se mantuvo allí, ese amigo con el que sostuve conversaciones imaginarias mientras soñaba con llegar a convertirme en un importante artista, ese amigo que en momentos de rechazo me brindó consuelo desde unas escasas páginas, ese amigo con el que me encontraba cada quince días fieles a nuestro pacto silencioso, él salvaba a Ciudad Gótica, y yo con mi sueldo de mensajero de cigarrería me esforzaba por conseguir la revista en que me contara cómo lo hacía. Hoy, por primera vez luego de toda una vida emprendemos la aventura juntos, hoy no es él el protagonista y yo el espectador, hoy no son él y Robín, hoy el dúo dinámico somos los dos en uno, hoy se cumple un sueño de infancia y el hombre adulto debe contener sus lágrimas para que los periodistas en el lanzamiento no piensen que enloqueció. Hoy, él y yo, somos Batman.

De corazón espero que asistan a ver la cinta, creo que solo en cine podrán encontrarse con mi trabajo pues dudo mucho que nuestra versión sea incluida en el DVD. Muchos preferirán verla en inglés, o con el doblaje al español de México, y seguramente dichas versiones serán mejores porque las realiza gente con mayor talento y experiencia, pero si ven la mía, quizá perciban el cariño con que pronuncio cada una de mis líneas. Para mí no fue un trabajo más, para mí fue meterme en la piel y vestir el traje de quien ni en mis más optimistas sueños llegué a imaginar que interpretaría. Durante los días que la película permanezca en cartelera, asistiré a las salas como él lo haría, oculto, imperceptible, vigilando desde las sombras, viéndolos reír a ustedes, mis queridos ciudadanos de Gótica, entonces sabré que están a salvo. Luego volveré en silencio, no a una baticueva, si no a mi propia mansión Wayne, porque mi hogar es un palacio de amor en el que noche a noche Dios me da lo que a Bruce se le negó. Abriré la puerta, besaré a mi esposa, abrazaré a mis hijos, saludaré a Alfred, no el mayordomo sino nuestro perrito, iré al baño, me miraré al espejo, no habrá mascará qué quitarme, pero sí unas cuantas lágrimas de felicidad por derramar, porque de nuevo, como a los 5 años, tendré en frente al superhéroe más grande de todos los tiempos.


viernes, 3 de febrero de 2017

¡¿Y POR QUÉ CARAJOS NO?!

(CUADERNO PERSONAL)



En el 2010 di inicio a un blog cuya finalidad consistía en publicar textos humorísticos para dar rienda suelta al columnista de humor que soñaba ser, y que admitió por fin, que ningún medio impreso serio lo contraría. Decidí llamarlo “¿Por qué carajos?”, como mi primer show de Stand Up. Al principio demostré cierta disciplina en la escritura del mismo, pero conforme mis responsabilidades profesionales y familiares fueron en aumento, ocurrió lo opuesto con la periodicidad en que escribía para este espacio, pues admitámoslo, no muchos pueden darse el lujo de decir que obtienen beneficio económico por la actividad bloguera; este suele ser un ejercicio movido más por la pasión y el virus de la escritura del que algunos nos rehusamos a curarnos.

¿Por qué textos de humor? Por la razón obvia: amo escribir en dicho tono. Pero una segunda razón oculta acechaba desde las sombras: simplemente era lo que la gente esperaba de mí. Al comediante se le estigmatiza, la gente siempre aguarda un chiste por parte nuestra, algún chascarrillo, incluso en la más cotidiana de las labores, pensé por ello en satisfacer a mis seguidores olvidando en el proceso satisfacerme a mí. No es que no disfrute escribir con humor, a decir verdad lo amo, pero la vastedad de cuanto soy como persona me lleva a desear escribir también cosas ajenas a la risa. Mi amor por las letras se remonta a la niñez, cuando a temprana edad desarrollé el gusto por escribir poemas; luego llegaron los cuentos, los ensayos y demás figuras literarias que consumían las horas de lectura nocturna en mi adolescencia y juventud, pues créanlo o no, mis primeras pretensiones artísticas, tanto escritas como actorales, poco o nada tenían que ver con el oficio de arrancar carcajadas al prójimo.

Poco ha cambiado desde entonces: sigo sin ser un gran escritor, los blogs siguen sin representar dinero para sus autores, los lectores se encuentran en vía de extinción como los osos panda, mis ocupaciones laborales y profesionales me demandan incluso más tiempo que antes, pero deseo revivir el blog. No sé con qué frecuencia postearé ni sé con qué finalidad lo haré, sólo sé que no escucharé a los expertos que afirman: “Un blog debe tratar sobre un solo tema para cultivar una audiencia”. Por supuesto que el humor seguirá presente, pero ignoro si espantaré al escaso público que pudiera tener, pues desde ahora mi tema será tan variado como las emociones de cualquier ser humano, el tema concreto será, como dirían los argentinos: “¡Lo que me salga de los huevos!”.


Debo mencionar que recientemente en mi página de Facebook formulé a mis seguidores la pregunta de si estarían dispuestos a leer de mí cosas no cómicas (aclarando que quizá igual les cause gracia mi intento por escribir con seriedad) y me sorprendió la abrumadora respuesta afirmativa, además de mensajes con muy bonitas reflexiones invitándome a hacerlo. Sé que muchos estaban siendo amables y realmente jamás me leerán, pero creo que una minoría se aventurará conmigo en esta nueva etapa, y como toda minoría, son sumamente importantes. A ustedes muchas gracias, porque me dieron el empujoncito para entender que este blog no debió llamarse “¿Por qué carajos?”, sino: “¿Y por qué carajos no?”.