sábado, 21 de abril de 2012

EL SERVICIO SEXUAL SECRETO


(HUMOR)



La sexta cumbre de las Americas realizada en Cartagena, dejó varios acontecimientos para la posteridad: la sospechosa aprobación en tiempo record de la maldita Ley Lleras 2.0, el anecdótico errorcito de Shakira al interpretar el himno nacional, y el escándalo de los agentes del servicio secreto norteamericano descubiertos con trabajadoras sexuales locales. Sobre la ley Lleras ya escribí, a Shakira no me le voy a ir encima más de lo que ya han hecho muchos, por eso, no me queda otro camino que destinar estas líneas a nuestros amigos, los gringos parranderos.

El presidente Obama llegó a la ciudad amurallada precedido por sus anillos de seguridad, de ahí que lo llamen el señor de los anillos. La misión de sus corpulentos agentes es mirar a todo el mundo en actitud de: “donde respire muy duro, lo acribillo”. Estos señores manejan información privilegiada sobre los desplazamientos del presidente norteamericano y son los únicos capaces de acercarse a él sin restricción, motivo por el que deben ser discretos en sus comportamientos. Pero esto último no ocurrió en Cartagena. Al parecer, una veintena de agentes contrató prostitutas colombianas para una rumbita, luego se defenderían diciendo que tan sólo deseaban conocer el producto interno bruto.

¿Cómo se destapó tan singular escandalo? Resulta que uno de los agentes negoció con su respectiva acompañante, la suma de 800 dolares por la transacción sexual, ¡¡¡800 dolares!!!, hagame el favor el precio; como dice un amigo, “la tendrá de oro”. Pero llegado el momento de cancelar el favor recibido, el gringo sintió un leve dolorcito en la billetera que lo llevó a pagar tan sólo 30 dolares, ¡¡¡30 dolares de 800 prometidos!!!, como dijo alguien por ahí, “empezó a regir el TLC”. Posterior a este intento de tumbada, el tacaño procedió a echar de la habitación a la muchacha, quien ni corta ni perezosa, encendió a patadas la puerta y levantó a gritos el hotel. Fue ahí cuando todo el mundo se enteró. Es decir, para ser del servicio secreto, hicieron mucha bulla.

Analicemos los hechos: Que un extranjero quiera echarse un polvito en Colombia, es un deseo para nada reprochable, pero que no se aguanten la arrechera mientras cuidan al mandatario más importante del planeta, es como si los X-Men armaran una orgia en plena batalla. El riesgo de que un hombre afloje la lengua durante el sexo es grandisímo, imaginense a la vieja sacandole información al man en plena acción de catre: “sí papi, dale, dale, dime cosas sucias… dime cosas malas… dime el número de habitación de Obama”.

El segundo tema digno de analisis está en que, con todo respeto, me resulta patetico que un agente internacional deba pagar por sexo. Honestamente, uno nunca vería a James Bond en esas, y eso que no rebaja revolcada en ninguna pelicula. Me rehuso a pensar que el más grande espia al servicio de su majestad, pudiera entrar a un bar de la heroica, acercarse a una mujer de dudosa reputación, y decirle: “Mi nombre en Bond, James Bond, ¿en cuánto me lo deja mamita?”.

El tercer punto sospechoso tiene que ver con el precio y la forma de pago, puesto que uno y otro presentan una contradicción de logica. Veamos: Si ella cobra 800 dolares por un polvo, pensaríamos que es experta en los quéhaceres propios del oficio más antiguo del mundo; de ahí lo extraño en que ella realizara el cobro tan sólo una vez terminado el trabajo. Contradice de raíz el concepto de dama prepago.

Como era de esperarse, ya rodaron cabezas. Varios agentes fueron despedidos del servicio activo y aún se estudia la expulsión de otros. En lo personal, no creo que Colombia haya quedado mal, después de todo, ofrecimos un servicio y se entregó a cabalidad, los incumplidos con el pago fueron ellos. Las preguntas que nos restan por hacer son: ¿Harán más cumbres en nuestro país? ¿Se habrá molestado doña Michelle Obama con su marido por esas amistades con las que andaba? Y lo más inquietante: ¿Volverán a Colombia los agentes destituidos ahora que tienen tiempo de sobra?

domingo, 15 de abril de 2012

EL BURRO DE OBAMA


(HUMOR)


Durante la sexta cumbre de las Americas, celebrada en Cartagena, hubo un personaje que se robó la atención, y no fue exactamente un presidente, se trata de un burro; conste queno estoy hablando de Chávez, él decidió no venir. El personaje al que me refiero, es un burro de verdad, “Demo”, un pollino que el exalcalde de Turbaco, Silvio José Carrasquilla, pretendía entregarle al presidente Barack Obama, por ser éste animal el emblema del partido Demócrata.

Por supuesto no se hicieron esperar los chistes en las redes sociales, que iban dirigidos, en su mayoria, al consabido estigma del uso que dan en ciertas regiones de la costa a los jumentos. Yo por mi parte, contrario a las burlas, opté por solidarisarme con la ilusión de que un burrito lograra el tan ansiado sueño americano.

Con seguridad, el animalito tenía muchas razones para ansiar ser acogido por Obama. Primero que todo, ¿por qué no pensar que un burro pudiera obtener la visa americana? Después de todo, son muchas las mulas que los han logrado. Segundo: Si para un payasito de restaurante su sueño es viajar y conocer a Ronald McDonald, precursor del oficio clown mezclado con los alimentos, ¿por qué no puede ser la ilusión de un burro ir a Hollywood y conocer al coprotagonista de Shrek?

Era tanta mi espectativa, que me imaginaba a Demo corriendo a sus anchas por los verdes patios de la Casa Blanca; se me antojaba esa tierna imagen de las hijas de Obama montadas al lomo de Demo, consintiendolo sin terminar de comprender por qué su pony no corre igual que los demás; yo podía cerrar los ojos y ver claramente a doña Michelle Obama llamando a su mascota con el clasico: “shtttt shttttt, burrito, burrito, shtttt”.

Pero no. Nuestros buenos deseos se vieron truncados. Demo jamás llegó a conocer a Obama. Fue entonces cuando recapacité y advertí que quizás el destino de nuestro burro podría no haber sido tan idílico como pensáramos. Primero: ¿Se imaginan las raqueteadas tan bravas que le vivirían pegando a diario los organismos de seguridad presidencial? Después todo, ellos deben conocer la existencia de los burros bomba, y con lo paranoicos que viven. Segundo: En EU, donde se dice que ocasionalmente hostigan a la población mexicana, él corría el riesgo de ser tratado como un burrito mexicano.

La cumbre terminó, Don Barack se fue sin su regalo y el burrito seguirá sin sellos en su pasaporte. Demo permanecerá entre nosotros, seguramente para bien, pues Colombia le dará algo que ninguna gringolandia podría ofrecerle: una vida sexual activa.

miércoles, 11 de abril de 2012

LEY LLERAS 2, SEGUNDAS PARTES NO SON BUENAS


(HUMOR)



Señores “defensores” de los derechos de autor por Internet, en el presente texto hallarán algunas frases previamente publicadas en twitter a través del HT #LeyLleras2; antes de que empiecen el proceso de demanda en mi contra, les cuento que dichos trinos son de mi propia autoría, y como propietario de dicho derechos, me doy permiso de reencaucharlos aquí, así es que, lo siento, no podrán enjuiciarme, por lo menos por eso.

Aunque el gobierno niega que se haya revivido la Ley Lleras, no pueden culparnos por desconfiar. ¿O acaso son tan descarados como para pedirnos que confiemos en su buena fe? En mi caso por ejemplo, la sola idea de que pudieran, tan siquiera debatir, una legislación direccionada a castigar con prisión a quienes hagan por Internet básicamente lo que hacemos desde hace tiempo, me hizo entrar en pánico, porque la aprobación de una Ley Lleras implicaría que entráramos a la lista de los 50 millones de delincuentes más buscados de Colombia.

Las penas contempladas resultan absurdas desde su planteamiento, entre 4 y 8 años de prisión a quien, desde el punto de vista de la reforma, violara los derechos de autor. Es decir que, ojo a la lógica del asunto: si los Nule desde su celda de reclusión descargan música por internet, por fin les caería encima todo el peso de la ley. Quisiera ver a la fiscalía argumentando el caso: “Señores Nule, ustedes desfalcaron a la nación por 2.5 billones de pesos, calculando así por encimita. Eso es un delito que vaya y venga. ¡¿Pero tener la osadía de descargar una canción de Fonseca sin pedirle permiso a ese señor?! Ahora sí se van a pudrir en la sombra”.

Qué paranoia significaría a partir de ese momento el solo hecho de googlear cualquier cosa. Es decir, la inocencia verdadera sí existiría, será exclusiva de aquellas familias sin cobertura de internet. Yo por ejemplo empecé a plantearme una duda: ¿Si confieso que he hecho descargas por Ares, recibo rebaja en la pena? Porque si para los paramilitares crearon La ley de justicia y paz, la mínima consideración que esperamos los delincuentes virtuales, es el poder acogernos a algo que se llame Ley de Conexión y Bytes. Nos lo merecemos tanto como los paras, después de todo no somos tan distintos, ellos se dedican a las bandas criminales, nosotros a las bandas anchas.

Los baches de la ley son tantos. Por ejemplo, yo vi la tercera temporada de Spartacus on line, pero mi abogado ya está armando la defensa, tengo como elemento atenuante las 2 primeras temporadas originales en Blue Ray. Y si de abogados hablamos: ¿Dónde Abelardo de la Espriella cuelgue en You Tube una entrevista televisiva que le hayan hecho, le toca defenderse a sí mismo? De verdad son muchas las dudas, por ejemplo, mi amigo Paulo Hernández pregunta: "Mis películas las tengo en lo alto del armario... ¿las puedo bajar o tampoco?"

En últimas, don Germán Vargas insiste en que ese tema ya quedó sepultado, independiente de si es verdad o no, a partir de hoy, el único Lleras que me gusta es el parque Lleras en Medallo. Y como advertencia propongo que armemos rumbas todos los días frente al congreso para que los senadores no puedan dormir.  Robémosles el sueño como hicieron ellos con nosotros.

Me despido no sin miedo de publicar éste artículo. Ya saben, si no ven más ocurrencias mías, es que me arrestaron por mis crímenes virtuales. Llegó el apocalipsis informático, pero soy un hombre de fe y seguiré dando mis fin a mis oraciones con la devota frase: “Anonymous, en vos confío”.