viernes, 29 de noviembre de 2013

EL HITCH PERUANO

(HUMOR)

Cuando vi por internet el afiche que promocionaba la Escuela de galanes de Israel Rosales Cifuentes, el Hitch peruano, me dije a mí mismo: “Y yo pensaba que Jorge Hané estafaba a la gente”. Tanto don Jorge como Israel se autoproclaman los gurús en algo: Hané, el gurú de internacional de la pérdida de peso; y Rosales, el gurú de los galanes. Y digo autoproclaman, porque dudo que un tercero les otorgara el título. De ser así, necesito saber quién y en dónde los da, pues me encantaría ser reconocido como Iván Marín, el gurú latinoamericano de los tríos sexuales.

Y conste, no estoy sugiriendo en ningún momento que los antes mencionados no sean capaces de cumplir lo que prometen, lo que sí afirmo y sostengo, es que muero de la risa con el discurso de cada uno. Sin ir más lejos, el comercial en que Hané aparece sosteniendo un horrible masacote en sus manos mientras afirma que esa es la grasa que sacará de nuestro cuerpo. Es como si un cirujano luciera una bola en sus manos mientras afirma “este es el tumor que yo puedo extirparte”. Pero dejemos de lado al barranquillero y concentrémonos en el peruano Israel Rosales, que es el muso inspirador de la presente. Se le conoce como “El Hitch Peruano”, hágame el hijuemadre favor. ¿Qué pensará Will Smith cuando se entere de esto?

Cuando comencé a leer sobre Israel, encontré que empieza admitiendo no tener una gran pinta. Esa sinceridad me agradó, porque a diferencia de él, hay moscorrofios que se juran divinos. Después vi que finalmente sus intenciones son buenas, por eso me cuestioné el si escribir o no esta columna, pero después me encontré con una de sus frases, en la que afirma: “El humor es un buen afrodisíaco. Ríete de tí mismo, es muy seductor”. He aquí la luz verde que necesitaba. ¡¡Esa es la actitud Israelito, riámonos de nosotros mismos!! Espero estar contribuyendo a ello con este texto.

Sus lecciones tienen un costo que oscila entre los 40 y los 250 soles peruanos, es decir, entre 28 y 175 mil pesos colombianos. Me parece un precio justo, pues admitámoslo, los hombres solemos gastar mucho más por lograr un polvo, y si con estas clases los conseguiremos, vale la pena la inversión. Con la escuela de galanes Israel busca ayudar a los rechazados de su país, es decir que seguramente encontraremos muchos panelistas del show de la señorita Laura en la fila de matriculas. Israel afirma tener unos 300 alumnos y recibir a diario entre 40 y 50 correos electrónicos. Pero siendo minuciosos, en ningún momento especifica qué clase de correos, porque pueden ser de los que ofrecen alargamiento de pene, o los que te notifican que eres heredero de la fortuna de un príncipe africano que por alguna extraña razón tiene determinado grado de consanguineidad contigo.

Quise ver en acción a este maestro de la conquista y encontré una entrevista en la que realiza el ejercicio de abordar a la presentadora como si fuera una mujer que viera por ahí en la calle. Con actitud 100% Casanova se acercó a ella y le dijo: “Disculpa, no suelo hacer estas cosas, pero eres tan hermosa que no he podido evitar hablar contigo. Tienes unos ojos que me hacen querer conocerte”. Fue inspirador, y a muchos nos dio otra perspectiva, porque los hombres solemos ver en las mujeres algo que también nos hace querer conocerlas, pero no son los ojos sino las tetas. Ante esta bella escena me fue imposible no querer conocer más, no del Hitch, sino de la presentadora, después la busco en google.

Como no podemos ser indiferentes ante este raudal de sabiduría del cortejo, analicemos pues algunas máximas de la filosofía de Israel:

“Si eres muy afortunado, una vez en tu vida conocerás a la persona que dividirá tu vida en dos épocas, en antes y después de conocerla”… Como le ocurrió a Venezuela con su presidente.

“Un buen seductor nunca presume de conquistador ni de cuántas mujeres ha tenido”… Este consejo no le llegó a tiempo a Julio Iglesias.

“Solo necesitas de tu encanto para tener a la chica que quieres rendida a tus pies”… ¿Será que sí?... Me encantaría ver a Israel teniendo rendida a sus pies a Megan Fox a punta de encanto.

“Un buen conquistador debe saber ponerse en los zapatos de las mujeres”… Al que hace eso yo no lo conocía como conquistador sino como travesti.

“Un buen conquistador no debe ser rutinario”… Me jodí, porque yo como comediante vivo de mis rutinas.

“Nunca debes perder detalles como los chocolates”… Eso sí lo hago a la perfección, a mí jamás en la vida se me ha perdido un chocolate. Siempre sé muy bien en dónde los dejé.

“Cada mujer es un misterio por resolver, es como una guitarra, que solo sabe brindar sus encantos a quien la sepa tocar”… Me consta, si sabes tocar a una mujer, ella emite sonidos y hasta música.

“La mujer no salió del pie para ser pisoteada, ni de la cintura para ser un objeto sexual; sino de la costilla de Adán, cerca del corazón, para ser amada, valorada y respetada“… O sea que ellas deben estarnos muy agradecidas porque Adán fue el primer donante de órganos.

“La mejor forma de utilizar tus propias frases para hablar con las mujeres es ser lo más sincero posible y no tratar de utilizar técnicas de otros”… ¡¡¿Cómo así Israel?!! ¡¡¿No debo utilizar técnicas de otros?!! ¡¡¿Entonces qué hago aquí como un güevón leyendo tus técnicas?!!

miércoles, 30 de octubre de 2013

DEL DIARIO DE JUSTIN BIEBER

(HUMOR)



Justin Bieber estuvo en nuestro país. Lo que nadie sabe es que yo me disfracé de mucama para tener acceso a su habitación en el hotel. Una vez adentro, encontré su diario personal y me dirigí al capítulo destinado a su visita a Colombia. A continuación reproduzco lo escrito en él.


Lunes 27 de Octubre.

Querido diario, por fin estoy en Colombia, país incluido en mi Believe Tour. La primera sorpresa que me llevé es que Bogotá no es como la pintan en “Sr y Sra Smith”. Sospecho que Brad Pitt realmente no la grabó aquí, quizá lo hizo en alguna ciudad africana del continente asiático.

La señorita que me recibió en inmigración fue muy amable, pero indudablemente no era una verdadera Bieleber. En cuanto me vio preguntó emocionada si yo era Justin, le dije que sí, y respondió que yo le gusto desde que estaba en NSYNC.

Una vez salimos del aeropuerto una mujer de chaleco amarillo nos pidió que por favor solo usáramos taxis autorizados. Un taxista parado en la puerta la escuchó y le gritó que no fuera sapa, que dejara trabajar. Para evitar un problema opté por irme en limosina.

Ya en el hotel me puse a ver televisión local. Estaban dando un reallity cuyo nombre no recuerdo, pero los participantes llevan escritos sus nombres en camisetas negras, excepto tres de ellos que llevaban camisetas rojas. Cuando pregunté por qué el color de ellos era distinto, me dijeron que eran los amenazados de la semana. Yo sí había escuchado que Colombia puede ser peligrosa, pero jamás imaginé que hasta el punto de amenazar gente en televisión. Al final eliminaron a Whitney. Yo espero que eso se lo gane Juver.


Lunes 28 de octubre.

Querido diario. Desperté con la bellísima sorpresa de ver a cientos de mis Bielebers aguardando a las afueras del hotel. Les quiero mucho porque me debo a ellos, pero mis escoltas que no maduran se ponían a mover las cortinas para hacerlos gritar.

Ordené un desayuno típico colombiano, y me trajeron una cosa llamada tamal. Es una especie de masa dentro de unas hojas. Las hojas saben horrible, pero el relleno es muy rico.

Me duché, me vestí, y me dejé ver de mis fans a través de la ventana mientras los fotografiaba. Envié esa foto a Demi Lovato con un mensaje que decía: “¿Me recuerdas cuántos fans te esperaron en el hotel cuando estuviste en Bogotá?... ¡¡En tu cara!!”

Entró una mucama lo más de extraña, es gordita y con barba. Miró mi diario de manera sospechosa. Creo que se trae algo entre manos. Mi mamá comparte esa sensación.

Decidimos salir de incognito. Mi esquema de seguridad planeó todo. Dejaríamos la limosina parqueada y nos iríamos en taxi para no llamar la atención. Yo pregunté si un solo taxi sería capaz de llevarnos a mí y los 20 escoltas. La mucama gordita me respondió que un taxista colombiano sí es capaz, pero nos cobraría recargo por el sobre cupo.

La gordita tenía razón. Un taxista estaba dispuesto a llevarnos a todos, pero el recargo era muy caro. Preferí llamar la limosina, nos salía barato que pagar esa carrera. Aquí los taxistas abusan.

Primero fuimos a un lugar llamado San Andresito. Yo conseguí jeans a muy buenos precios y mi mamá unos zapatos que, según ella, pagaron el viaje. Selena se enloquecería si estuviera aquí.

Una joven sospechó por ver a un muchacho con capucha rodeado de tanta seguridad, preguntó si yo era Justin Bieber, nuestro guía local le respondió: “No, es Camilo Echeverry”, la chica hizo una mueca y se marchó.

Mi mamá tenía antojo de carne y fuimos a un restaurante llamado Andrés D.C. Pero cuando llegó la cuenta, el taxi nos pareció barato. Mi mamá dijo que la próxima vez ella compra carne en una fama y nos la prepara en el hotel.

Entramos a una tienda de discos y videos. Quise llevarme en DVD lo más representativo de la televisión colombiana, me dieron los siguientes títulos: El Capo, el Cartel de los Sapos, el Patrón del mal, Las muñecas de la mafia, La Prepago, Sin Tetas no hay paraíso; y quedaron de enviarme Alias el Mexicano. Uno de mis escoltas dice que el peligro de que me vea todos esos programas es que mi televisor puede morir de una sobre dosis.

Volvimos al hotel. La lluvia hizo que mis Bielibers se marcharan, la mayoría de ellos ya acampan en el estadio. Mi mamá se puso a ver una telenovela coreana, mientras yo me puse a ver qué había escrito la gente en Twitter. Descubrí que llevo casi un mes siendo tendencia en Colombia gracias a mis fieles Beliebers y a la Mega, emisora juvenil número uno del país. Le escuché un momento, sus Disc Jockeys son muy buenos, pero hay algo que no entendí: la dirige un hombre que lleva 30 años haciendo radio juvenil, paradojas de la vida.  

Vimos el comercial de una producción local, mi mamá dice que es la versión colombiana de Nip Tuck, pero me rehúso a creerlo. Le expliqué que un país en desarrollo como este no se pondría a hacer malas imitaciones de series que fueron demasiado grandes originalmente. No logré convencerla.

Me relajé tocando guitarra. Mi mamá se conectó por Skype para mostrar a mis tías los zapatos que se había comprado.

Mamá cumplió, nos preparó chatas, le quedaron riquísimas, y baratas. ¡¡En tu cara Andrés!!


Martes 29 de Octubre.

Querido diario. Hoy dormí hasta tarde. Fuimos a hacer pruebas de sonido. Un empleado del Campín me dijo que estaba feliz de que yo estuviera allá porque por primera vez en mucho tiempo el estadio estaría lleno sin que diera miedo.

Volvimos al hotel y nos encontramos de nuevo con la mucama de barba. Mi mamá me recomienda que no vaya a dejar nada por ahí cuando ella esté cerca.

Llegamos al estadio. Me entrevisto con las fans VIP, un encuentro muy gratificante con mis Beliebers. Dos de ellas, bellísimas, venían de Medellín y me enseñaron un género musical llamado trova paisa, quizá la incluya en mi próximo disco.

La energía del público colombiano estuvo brutal. En la tercera canción falló el sonido durante 10 minutos, sentí el impulso de aprovechar lo que acababan de enseñarme y casi me animo a trovar mientras lo solucionaban, pero me abstuve de hacerlo porque me faltaba el sombrero. Finalmente se arregló y el concierto culminó apoteósicamente. Ojala en todo el mundo tuvieran la energía de la fanaticada colombiana.

Nos fuimos de remate a un sitio llamado NN, que contrario a lo que su nombre sugiere, es muy famoso. Celebramos como siempre de manera muy normalita (No se puede de otra forma porque mi mamá no deja). Me voy feliz.

Mi mamá está convencida de haber visto a la mucama en YouTube haciendo Stand Up.



martes, 22 de octubre de 2013

MI PRIMERA VEZ... HACIENDO STAND UP

(HUMOR)



¿Que si recuerdo la primera vez que me paré a hacer una rutina de Stand-Up Comedy? Claro que sí. Cómo no recordar cuando un puñado de desconocidos me hizo sentir con su silencio, el hombre más miserable sobre la faz del planeta Tierra. Cómo no recordar la noche en que me reduje hasta quedar de 8 centímetros sin tomar la pastilla de chiquitolina. Cómo no recordar unas cerca de 200 miradas infectadas de aquel terrible virus: la pena ajena.

Llevaba ya años trabajando en el humor, pero enfocado principalmente en el área de libretos para programas de radio y tv, además de escribir shows para otros humoristas. Hasta que un día me dije: “¿Qué rayos hacen todos tus pensamientos ganando créditos en otras bocas?”, así que decidí lanzarme al ruedo, para lo cual empecé a estudiar con Gonzalo Valderrama, y tras varias horas de la teoría que me animó aún más en mi propósito, llegó el fatídico momento de aprender sobre el escenario, que la comedia realmente no puede aprenderse en otro sitio.

Esa noche, en un exclusivo bar de Medellín, se presentaban la imitadora Luz Amparo Álvarez, y su telonero, ¡¡el internacionalmente desconocido: Iván Marín!! Pararse ante un público que no tiene la más remota idea de quién eres, y hacerles la promesa tacita de que se reirán contigo, genera un escepticismo semejante al que debe sentir una ninfómana ante un eunuco. Los asistentes me dirigieron una inevitable primera mirada de “¿Y este quién putas es?”. Muchos debieron pensar que yo era hijo del dueño, solo así entenderían que se me permitiera pararme tan impunemente ante ellos.

Y ahí estaba yo, con las piernas temblando, las manos sudorosas y los pensamientos estrellándose unos contra otros a 300 kilómetros por hora. El presentador dice mi nombre, subo a la tarima. Hasta ahí, todo va bien. Tomo el micrófono entre mis manos. Hasta ahí, todo sigue bien. Saludo al público con las buenas noches. Hasta ahí, todo sigue bien. Hago mi primer intento de ser gracioso, y… ¿han visto una estrellada de la formula Nascar? Es exactamente lo mismo, con la diferencia de que los pilotos de la Nascar llevan casco y cinturón de seguridad, uno no tiene protección alguna ante el estrepitoso golpe de los “chistes” que se encargan de hacer más y más incomodo el silencio. El único sonido que logré obtener de ellos fue el producido por los vasos de cerveza cada vez que volvían a tocar sus respectivas mesas.

Pero allí no había solo desconocidos, también se encontraban algunos de mis mejores amigos, quienes demostraron su infinita lealtad siendo capaces de dirigirme la palabra tras bajarme del escenario. También estaba (lo recuerdo y me arde la llaga) una muy reconocida modelo paisa, quien me dirigió una mirada de compasión semejante a la que ponen las dueñas de los caballos que deben ser sacrificados por haberse roto una pata.


Nadie se rió aquella noche, o quizás los ángeles del cielo al verme fracasar así. Pero fue entonces cuando descubrí que a los comediantes, la Comedia se nos parece mucho a las mujeres, porque a veces, cuando más nos rechazan o más mal nos tratan, más nos enamoramos. Y así ocurrió, esa horrible noche, le juré amor eterno a la comedia. 

domingo, 1 de septiembre de 2013

APRENDICES FUERA DE LÍNEA

(HUMOR)


Esta semana tuve la oportunidad de ver “Aprendices fuera de línea”, comedia protagonizada por Owen Wilson y Vince Vaughn. La trama gira en torno a un par de vendedores que pierden sus empleos al verse arrollados por los cambios de la era digital, es entonces cuando deciden competir como pasantes por un puesto en Google. La película me encantó, no solo por su buen humor, sino por lo identificado que llegué a sentirme, pues como podrán darse cuenta en las siguientes líneas, yo también soy un verdadero aprendiz fuera de línea. 

Al igual que Nick y Billy, los personajes de la cinta, siempre voy tres pasos atrás de cualquier avance tecnológico, por ejemplo, cuando era niño, mis amigos tuvieron que hacerme terapia de choque para que dejara de decirle Atari al Súper Nintendo. O cuando tuve mi primer computador y me dijeron que debía cuidarlo de los virus, vieran el problema de mi primo intentando convencerme de que jamás le iba a pegar la gripa; fueron tres años en los que me abstuve de estornudar cerca del teclado. 

Les juro que he llegado a convencerme de que las palabras Iván y tecnología son antónimas. Sin ir más lejos, soy la única persona en el mundo a quien Green Peace le decomisó un Tamagotchi por considerar mis cuidados maltrato animal. Es tan dramática la situación que las maquinas capaces de hablar ya se quejan de mí. Los cajeros automáticos me presentan un letrero con la opción “¿Está seguro de no preferir que alguien más realice la transacción por usted?”… Y hace poco, colmé la paciencia de un hasta entonces decente GPS que me gritó: “¡¡¡A la derecha güevón, a la derecha!!!” 

En materia de redes sociales, jamás olvidaré la primera vez que oí hablar de Facebook. Éramos quince personas tomando un taller de escritura, y todos, absolutamente todos, hablaban de a qué curioso grupo acababan de agregarse en Facebook. En ese momento me sentí tan perdido como debe sentirse un eunuco viendo los Monólogos del pene. Así que decidí sumarme a la legión de personas que mantienen a Mark Zuckerberg, y no contento con ello, quise recuperar el tiempo perdido agregándome a cuanta red social hallara: Hi5, Sonico, MySpace, Badoo, pero tuve que cerrarlas porque me parecía a los manes que dejan hijos por ahí regados, muy de vez en cuando pasaba a echarles un vistazo. Hasta que llegó Twitter, y otra vez, todos hablaban de algo que yo desconocía; claro que en esta ocasión sí supe integrarme y ahora parezco un pitufo, jamás me despego de mi pajarito azul. 

En resumen, al igual que los amigos de la película, enfrento el desafío de estar al día en materia tecnológica, cosa que dudo ocurra porque todo lo futurista me odia, no me extrañaría que Terminator venga del futuro a vengar todas las maquinas que he dañado por no saber usarlas. Y si la matrix existe, es tal mi rivalidad con la tecnología, que vean, ni los robots han podido programarme de manera que parezca saber alguito.

miércoles, 20 de marzo de 2013

PROPÓSITOS FALLIDOS


(HUMOR)



Cada primero de enero, las personas nos fijamos los propósitos de año nuevo, pequeñas metas personales como empezar a hacer dieta, ejercicio, dejar de fumar, etc. Dos meses después, es cuando empezamos a aceptar que no seremos capaces de cumplirnos. En mi caso, por ejemplo, me propuse escribir muy juicioso un post semanal para mi blog, pero llegó marzo sin que hubiera escrito ni uno; tuvieron que ser los amigos de “747” quienes me obligaran a sentarme a escribir para su proyecto. (Ahora estoy usufructuando lo producido para ellos replicándolo en mi blog). Es así como animado por este encargo, haré el ejercicio mental de suponer que estamos en enero, y me plantearé todo un listado de propósitos que espero no ver fallidos en mayo.

En este 2013, tengo el propósito de hacer que todos ustedes asistan a teatro a ver mi obra “Gózatelo Planchando”.

Este año sí estudiaré ingles muy juicioso, para dejar de pertenecer al numeroso grupo de quienes “lo entienden, pero no lo hablan”. De verdad, lo haré…. I swear.

Me propongo terminar de entender por qué Ricardo Arjona quiere levantarle la falda a la gorda del barrio.

Me prometí a mí mismo aprender a preparar algo en la cocina. Y me puse una restricción: Cereal con leche no cuenta.

Espero hacer que todos asistan a “Gózatelo Planchando”… Ya lo había dicho, pero solo repitiéndolo mucho, lograremos el propósito.

Tengo la meta de completar la filmografía de Esperanza Gómez en DVD.

Este año sueño con poder ir a casarme en las Vegas… Aunque no sé si mi esposa me dé permiso de ir a hacerlo.

Aspiro a terminar de leer el Quijote… Bueno, con completar un párrafo más allá de “en algún lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”, me doy por bien servido.

Propósito vital: resistir la tentación de pararme a bailar la próxima vez que en una discoteca suene el Carrapicho.

Me comprometo conmigo mismo a que en este 2013 desaparezca mi prominente barriga… Lo bueno es que un reconocido cirujano plástico comparte éste noble propósito.

¿Ya les dije que me propongo hacerlos ir a ver “Gózatelo Planchando”?

En Twitter, aprender a hacer un único trino diario que concentre en esos 140 caracteres la explicación de por qué un segundo trino pondría en riesgo mi matrimonio (Y no me refiero al de las Vegas).

También en Twitter, ser más tolerante con los *#!

Intentar parecerme al protagonista de “50 sombras de Grey”… Por lo menos en lo sádico, no en lo millonario.

Hacer que ustedes asistan al teatro a ver ______ _______ (Si no he perdido el tiempo, ya deberían ser capaces solitos de rellenar el espacio).

Ser valiente y volver a correr el riesgo de ir a cine a ver una película de Dago.

Disuadirme a mí mismo de no tomarme en serio el anterior propósito.

Aguantarme la risa la próxima vez que un periodista me pregunte en qué consiste mi nuevo “Estan comidy”.

Ser capaz de echar un chiste cuando ese mismo periodista me lo pida.

Dar gracias a todos ustedes por haber asistido a “Gózatelo Planchando”.