Ricky Martin es homosexual, y me atrevo a decir que desde la muerte de Michael Jackson, esta ha sido la noticia más comentada en el mundo del espectáculo. Quiero empezar advirtiendo que el objetivo de las siguientes líneas no es hacer mofa de su confesa inclinación, las preferencias sexuales de un ser humano no son motivo de burla (a menos, claro está, que tenga por fetiche ver elefantes calzando babuchas). La razón del presente texto, es preguntar: ¿Realmente alguien se sorprendió con el anuncio?
Pensémoslo bien. ¿Será posible que alguna persona, en algún rincón del mundo, estuviera viendo Sweet, el Lavadero, el Gordo y la Flaca - o E! News, para sonar más evolucionados –, y saltara conmocionado de su asiento mientras decía: “¡No jodás, ¿Ricky, gay? Imposible!”. Sorprenderse por la confesión de Ricky, sería como quedar en Shock porque Paris Hilton convocara una rueda de prensa y anunciara: “Lamento decirles que… no soy virgen”.
¿Cómo sorprenderse ahora si parece haberlo gritado desde siempre? No creo que al inicio de su carrera hubiera estado en casa pensando para sí mismo: “Hmm, esto de llamarme Enrique Martín Morales puede sugerir algo sospechoso, y lo último que quiero es llamar la atención. ¡¡Ya sé!! Mejor me hago llamar Ricky, sí señor, suena mucho más varonil, así los despisto a todos”.
Y debo admitir que me gusta su nueva actitud gallarda. En la declaración hecha por el señor Martin a través de su página web, dijo: “Acepto mi homosexualidad como un regalo que me da la vida. ¡Me siento bendecido de ser quien soy!”…. Es decir que, si bien es cierto que lo calló mucho tiempo, más lo es que a la hora de confesarlo, no lo hizo con medias tintas, mejor dicho, no sólo salió del closet, salió del neceser, de la nevera, de la estufa, de la licuadora… se mandó con toda.
He leído análisis faranduleros preguntándose si la vida artística de don Ricky llegará a su fin. ¡¿Por qué carajos?! Me molesta la homofobia musical no equitativa. Los fanáticos radicales del rock atacan a los artistas pop tildándolos en general de maricones, pero Freddy Mercury sí podía salir con pantimedias y bufanda de plumas restregándose contra un tubo sin que nadie le dijera nada. La carrera musical de don Ricky no tiene por qué terminar, escasamente tendrá algunos leves cambios: Ya no hará canciones a dúo con Cristina Aguilera, sino con Miguel Bosé; su canción ya no dirá: “María, María”, sino “Amiga, amiga”; ya no le arrojarán brasieres sino corbatas; sus fans ahora corearán separando tan sólo una letra del título: “Living la vida… loca”; y sus discos ya no serán de escuchar en reproductor, para qué si no está interesado en reproducirse.
Por eso me gusta la solidaridad que ha recibido por parte de sus colegas, quienes muy amablemente se volcaron a escribirle en Twitter. Recopilo a continuación algunas de las mejores frases que se vieron en su muro:
Julieta Venegas: “Me contaron que saliste del closet. Yo los corregí, les dije que Ricky con todo el estilo que tiene, sale es del walking closet”.
Juan Gabriel: “Tranquilo nene, no pasa nada. Anota mi teléfono….”
Juanes: “Parcero, qué chimba que le hagás frente a todo sin importar el qué dirán. Eso es lo que yo llamo meterle el culo a la situación”.
Alejandro Fernández: “Me alegra mucho… más mujeres para mí”.
Ricardo Arjona: “¿Cuándo fue la última vez que un galimatías frugal acometió con la ponzoña de la sombra que seduce el ayer nefasto del oxímoron paradigmático?... Piénsalo”.
Alejandra Guzmán: “¿Entonces lo nuestro qué fue?”
Ex reina colombiana: “El hombre se complementa al hombre, mujer con mujer, hombre con hombre y también mujer a hombre del mismo modo en el sentido contrario”.
Alejandro Sanz: “Siempre te dije que tuvieras los ojos abiertos porque el amor puede estar en frente. Ahora entiendo que a veces el amor puede estar atrás”.
Rebeca de Alba (ex novia): “Ahhhhhhhhhh con razón”.
Pensémoslo bien. ¿Será posible que alguna persona, en algún rincón del mundo, estuviera viendo Sweet, el Lavadero, el Gordo y la Flaca - o E! News, para sonar más evolucionados –, y saltara conmocionado de su asiento mientras decía: “¡No jodás, ¿Ricky, gay? Imposible!”. Sorprenderse por la confesión de Ricky, sería como quedar en Shock porque Paris Hilton convocara una rueda de prensa y anunciara: “Lamento decirles que… no soy virgen”.
¿Cómo sorprenderse ahora si parece haberlo gritado desde siempre? No creo que al inicio de su carrera hubiera estado en casa pensando para sí mismo: “Hmm, esto de llamarme Enrique Martín Morales puede sugerir algo sospechoso, y lo último que quiero es llamar la atención. ¡¡Ya sé!! Mejor me hago llamar Ricky, sí señor, suena mucho más varonil, así los despisto a todos”.
Y debo admitir que me gusta su nueva actitud gallarda. En la declaración hecha por el señor Martin a través de su página web, dijo: “Acepto mi homosexualidad como un regalo que me da la vida. ¡Me siento bendecido de ser quien soy!”…. Es decir que, si bien es cierto que lo calló mucho tiempo, más lo es que a la hora de confesarlo, no lo hizo con medias tintas, mejor dicho, no sólo salió del closet, salió del neceser, de la nevera, de la estufa, de la licuadora… se mandó con toda.
He leído análisis faranduleros preguntándose si la vida artística de don Ricky llegará a su fin. ¡¿Por qué carajos?! Me molesta la homofobia musical no equitativa. Los fanáticos radicales del rock atacan a los artistas pop tildándolos en general de maricones, pero Freddy Mercury sí podía salir con pantimedias y bufanda de plumas restregándose contra un tubo sin que nadie le dijera nada. La carrera musical de don Ricky no tiene por qué terminar, escasamente tendrá algunos leves cambios: Ya no hará canciones a dúo con Cristina Aguilera, sino con Miguel Bosé; su canción ya no dirá: “María, María”, sino “Amiga, amiga”; ya no le arrojarán brasieres sino corbatas; sus fans ahora corearán separando tan sólo una letra del título: “Living la vida… loca”; y sus discos ya no serán de escuchar en reproductor, para qué si no está interesado en reproducirse.
Por eso me gusta la solidaridad que ha recibido por parte de sus colegas, quienes muy amablemente se volcaron a escribirle en Twitter. Recopilo a continuación algunas de las mejores frases que se vieron en su muro:
Julieta Venegas: “Me contaron que saliste del closet. Yo los corregí, les dije que Ricky con todo el estilo que tiene, sale es del walking closet”.
Juan Gabriel: “Tranquilo nene, no pasa nada. Anota mi teléfono….”
Juanes: “Parcero, qué chimba que le hagás frente a todo sin importar el qué dirán. Eso es lo que yo llamo meterle el culo a la situación”.
Alejandro Fernández: “Me alegra mucho… más mujeres para mí”.
Ricardo Arjona: “¿Cuándo fue la última vez que un galimatías frugal acometió con la ponzoña de la sombra que seduce el ayer nefasto del oxímoron paradigmático?... Piénsalo”.
Alejandra Guzmán: “¿Entonces lo nuestro qué fue?”
Ex reina colombiana: “El hombre se complementa al hombre, mujer con mujer, hombre con hombre y también mujer a hombre del mismo modo en el sentido contrario”.
Alejandro Sanz: “Siempre te dije que tuvieras los ojos abiertos porque el amor puede estar en frente. Ahora entiendo que a veces el amor puede estar atrás”.
Rebeca de Alba (ex novia): “Ahhhhhhhhhh con razón”.