jueves, 10 de septiembre de 2020

QUE DIOS NOS COJA CONFESADOS

 

                                                                    (HUMOR)


Señores y señores, llegó el día que tanto habíamos esperado y temido al mismo tiempo: la alcaldía anunció el final de la cuarentena. A lo largo de estos meses hemos atravesado por las siguientes etapas.
 
Aislamiento preventivo: hacer lo que nos diera la gana afirmando que lo hacíamos con cuidado.
 
Aislamiento obligatorio: hacer lo que nos diera la gana, pero a escondidas.
 
Aislamiento obligatorio con restricciones: hacer lo que nos diera la gana con uno que otro pero.
 
Aislamiento obligatorio sin restricciones: hacer lo que nos diera la gana, pero con más ganas.
 
Aislamiento inteligente: jaja, pónganse serios.
 
Aislamiento selectivo: hacer lo que nos diera la gana por raticos.
 
Y es así como finalmente llegamos a esta nueva etapa, la cual puede ser denominada, Aislamiento que Dios nos coja confesados.
 
Estamos a años luz de retornar a nuestras vidas, porque eso de la “nueva normalidad” suena a término inventado por Cantinflas, lo cierto es que nos dijeron, palabras más, palabras menos: “salgan, pero cuídense”; que es como decirle a un niño en Halloween “comete los dulces con moderación”.
 
Nos piden a los colombianos que nos cuidemos nosotros mismos. ¡Ojo! Le dicen eso al pueblo que cuando escucha una balacera se asoma a la ventana para ver entre quienes son los tiros. Le piden cuidarse a la misma gente que ve en las noticias cómo un bus de Transmilenio levantó a alguien por correr a la colarse a la estación y lo primero que piensa es, “es que le faltó echar pique más rápido”. Le piden cuidarse a los mismos seres que compran sin miedo un posible trago adulterado pues a ellos no les pasa nada porque “tienen fuertes las defensas”. Le piden que se cuiden a los mismos que en diciembre ven las cifras de quemados con pólvora y ahí mismo echan un volador para celebrar que a ellos sí no les ha pasado nada. Nos piden cuidarnos a nosotros mismos cuando no podemos ver una camiseta de fútbol de otro equipo porque arremetemos con más furia que el toro a la muleta, cuando vemos que el carro de adelante pone la direccional y en lugar de ceder el paso aceleramos, cuando al conductor borracho le pedimos que entregue las llaves y responde llevándose las manos al paquete “venga le entrego éste”.
 
Mejor dicho, si nuestra seguridad depende de nosotros mismos y esa capacidad innata de acatar las normas, creo que es hora de exclamar en coro: “Oh, ¿y ahora quién podrá defendernos?” Aunque ya ni el Chapulin acudirá a ayudarnos porque dejaron de emitir Chespirito a nivel mundial. Es decir, estamos solos.
 
 

 
Escrito para el periódico “Sector H”.


14 comentarios:

  1. Cuánta razón tienes mi querido amigo Marín, excelente escrito.

    ResponderEliminar
  2. Pues la verdad es que hay mucha verdad en todo eso que esta diciendo. Es un tema que mejor dicho "QUE COMIENCE EL JUEGO"

    ResponderEliminar
  3. Eres un maestro, aquí uno de tus 4 gatos haciendo una venia

    ResponderEliminar
  4. excelente escrito, hacia rato que no entraba pero dije no mas entremos y me encontré con este escrito el cual nos muestra la realidad que ha pasado en esta pandemia, gracias Iván por acá otra gatita

    ResponderEliminar

Aunque el cliente no siempre tiene la razón, por favor opine: